La tensión en la batalla familiar entre Kiko Rivera e Isabel Pantoja no deja de aumentar. Pese a que el hijo de la tonadillera habló públicamente para firmar la paz, que quedó en manos de su madre el levantar o no el teléfono, Kiko sigue adelante con sus planes para conocer toda la verdad sobre la herencia de su padre, el torero Paquirri.
Mientras Isabel se mantiene oculta en Cantora, sin conocer tampoco sus planes ni pensamientos, el disc jockey ha sido pillado cuando salía de la sede sevillana del Colegio Notarial de Andalucía. Organismo al que acudió para recabar más información sobre el supuesto engaño del que ha sido víctima.
Kiko calcula sus posibilidades
Kiko Rivera quiere llegar hasta el final y conocer qué paso realmente con la herencia de su padre. Mientras su madre parece optar por no pronunciarse ni llamar a su hijo para solucionarlo, el pequeño de los hermanos Rivera sigue adelante con su investigación personal a la vez que estaría asesorándose acerca de sus posibilidades en este conflicto.
Según fuentes cercanas, Kiko estaría solicitando la documentación relativa tanto a la finca de Cantora como al resto de viviendas colindantes, cuya propiedad posee en más de un 75% y que comparte ---o compartía, antes de su venta por parte de Isabel Pantoja-- con su madre.
Dispuesto a llegar hasta el final
En esta ocasión, Kiko abandonó solo el Colegio Notarial. Sin presencia de abogados ni asesores, en chándal y gorra, el músico subió rápidamente a un taxi para evitar las preguntas de la prensa, con el rostro muy serio y en silencio.
Es la primera vez, que se sepa, que el hijo de Isabel Pantoja ha acudido al organismo en busca de respuestas. Pese que no ha aclarado el motivo de su visita, es más que probable que el disc jockey vuelva a acudir al notario en los próximos días. Quizá acompañado de sus hermanos Fran y Cayetano, quienes ya habrían iniciado acciones judiciales contra la tonadillera.