Ana Soria ha sembrado el caos en su casa con la última decisión que ha tomado. Y es que la joven ha decidido cambiar de planes, a último momento, y dar un nuevo y radical giro a su vida.
Algo que no ha convencido a sus padres, quienes se han llevado una gran decepción con su hija, quien está muy enamorada de Enrique Ponce y no se imagina una vida sin el torero. ¿De qué hablamos?
Los padres de Ana Soria, enfadados con ella
Tal y como han asegurado los tertulianos de la crónica social de El Programa de Ana Rosa, la joven estaría viviendo un delicado momento con sus padres por culpa de la decisión que ha tomado. Ana ha decido apostar por Almería, y abandonar los planes que tenía de trasladarse a Madrid para terminar sus estudios de Derecho y empezar una nueva vida con el torero.
Un cambio de planes que, según la periodista Sandra Aladro, la pareja decidió en agosto. "La última palabra la tuvo él. Fue él quien se quería quedar porque se siente a gusto y es una zona nueva y cerca del mar", ha asegurado. Algo que preocupa a los padres de Soria porque consideran que su hija aún es muy joven como para no vivir en casa. Además temen que Ana, quien se ha matriculado en la Universidad de Almería, para seguir estudiando, deje de lado su carrera universitaria y no complete su grado en Derecho. "No gustó nada la decisión de irse tan pronto a vivir con él porque tiene 21 años y está estudiando", ha matizado Aladro.
La nueva vida de Ponce y Soria
Tal y como recogió la revista Semana el miércoles 14 de octubre, el torero y la estudiante ya han empezado la mudanza lo que será su nuevo ático con vistas al mar en Almería. Un nuevo nidito de amor ubicado en una de las zonas más exclusivas de la capital, y que los dos están amueblando desde cero. De esta manera el torero rompe radicalmente con su pasado, evitando tener nada en su nueva vivienda que le recuerde a Paloma Cuevas.
Un pisazo de lujo que tiene una superficie de más de 100 metros cuadrados, varias habitaciones, cocina equipada con todo lujo de detalles y una gran terraza. Además Ana Soria y Enrique Ponce también cuentan con un gimnasio para tonificar sus cuerpos serranos. Una vivienda de alquiler, con opción a compra, por la que el matador, al mes, desembolsa la elevada cantidad de unos 1.000 euros aproximadamente.