Enrique Ponce está como un adolescente con su nuevo amor, Ana Soria. Lejos de los comentarios que lo critican y del escándalo vivido este fin de semana en la plaza de toros de Navas de San Juan (Jaén), el diestro aprovecha cualquier ocasión para mostrar públicamente que está completamente enamorado, incluso en plena calle.
Nada importa el desplante que le hizo la estudiante de Derecho cuando no fue a verlo torear en su 30 aniversario en los ruedos. Las imágenes que suben a las redes sociales y las fotografías que cazan los periodistas evidencian que ambos están locamente enamorados.
Cena y pasión
La discreción que parecía caracterizar al torero durante su relación con su ex, Paloma Cuevas, ha desaparecido desde que conociera a Soria y parece estar disfrutando de lo que hasta ahora no hacía. Sólo hace falta ver las últimas fotografías de la pareja que han captado los paparazzi, donde se ve a Ponce incontenible, dejándose llevar por sus sentimientos.
La pareja salió a cenar con unos amigos tras una corrida en Huelva donde él se mostró muy cariñoso con ella. Pero es que durante el paseo que los llevaba a su hotel, donde ya se les vio muy acaramelados, ahora se evidencia que tampoco se han publicado las imágenes el diestro se mostraba completamente exultante y apasionado con su novia.
Contraste
Las fotografías muestran a un Ponce nunca antes visto, completamente apasionado, incapaz de reprimirse las ganas de abrazar y de besar a Soria. Eso sí, mientras él parece estar lleno de emoción, ella se muestra menos expresiva.
La estudiante ha subrayado en otras ocasiones que "el amor no tiene edad" y evidentemente, el mayor reflejo de eso es su relación. Poco parece importarle a estos tortolitos y a los amigos de la joven que van casi a todos lados con la pareja las memes y reacciones de las redes.