No solo las colaboradoras de Sálvame podrían estar obsesionadas con los retoques estéticos, de los que a menudo presumen a través de sus redes sociales. Sino que otras famosas también estarían de lo más enganchadas al bisturí, para combatir el paso de los años y lucir una cara diferente a la que nos tienen acostumbrados.
Una de las últimas en estrenar imagen no ha sido otra que Tamara Falcó, la hija de Isabel Preysler. La que fuera ganadora de MasterChef Celebrity, en motivo de sus recién cumplidos 38 años, se ha regalado una cita con el quirófano para inyectarse bótox y someterse a otros retoques. Unos cambios de lo más significativos y de los que todo el mundo está hablando. ¿Aún no has visto el gran cambio de Tamara Falcó?
Tamara Falcó se opera la cara
La última aparición pública de la hija de Isabel Preysler no ha pasado desapercibida para nadie. El pasado sábado, la nueva mejor amiga de Juan Avellaneda acudió al concierto de su hermano Enrique Iglesias en Madrid, el único espectáculo que el cantante hará en España en el marco de su gira. Una importante cita que Tamara Falcó no quiso perderse, y a la que acudió en compañía de su hermana, Ana Boyer, su madre, Isabel Preysler y la pareja de la filipina, el escritor Mario Vargas Llosa, entre otros. Aunque, por importante, la cara que la ganadora de MasterChef Celebrity lució a su paso por el WiZink Center.
Según ha contado la doctora Barbara Martínez al portal OkDiario, la empresaria de moda se podría haber operado, de nuevo, la cara para combatir el paso de los años. Así lo desvela la experta en cirugía, quien dice que la hermana de Enrique Iglesias se podría haber "inyectado bótox en arrugas de expresión" y "relleno de ácido hialurónico de algunas arrugas". Dos tratamientos que tendrían un precio entorno a los 500 euros y con los que Tamara Falcó, según Martínez, "ha mejorado su expresión y, sobre todo, su perfil puesto que ahora está menos afilado" en comparación a como lo tenía antes. ¿Le servirá esta nueva cara para encontrar definitivamente el amor?
No es su primera operación estética
Tamara Falcó siempre ha dicho que procura cuidar su piel y cara al máximo y esto incluye, según ella misma ha confesado, citas con el bisturí. Tanto es así que, en el pasado, la joven empresaria se sometió a una rinoplastia, que suele tener un precio de 6.000 euros, para operarse la nariz. Una parte del cuerpo con la que Tamara Falcó está obsesionada, al igual que su madre, Isabel Preysler, quien se ha sometido a varias operaciones nasales.
A esta significativa intervención hay que añadir otras como un alzamiento de pómulos. Un retoque estético al que se sometió a finales del 2018 y que tendría un precio de 4.000 euros, en el caso de que Tamara Falcó apostase por implantarse una prótesis en cada pómulo. En el caso de optar por inyectarse ácido hialurónico, el precio sería significativamente menor, menos de la mitad. Además, hay que tener en cuenta que la empresaria, para no perder la luminosidad de su rostro, también recurre con frecuencia a las vitaminas faciales. ¿Reconocerá Jordi Cruz a Tamara Falcó el día que se vuelvan a ver?