No hay nada mejor que una buena fiesta para soltar tensiones, dejarse ir y ser feliz, o muy feliz. Si no, que se lo digan al actual marido de la joven modelo Sandra Gago, Feliciano López, quien ha sido pillado, y de qué manera, a su salida de una fiesta en la que lo ha dado absolutamente todo.
Hablamos de la boda del tenista Rafa Nadal que el pasado fin de semana se dio el 'sí, quiero' junto a su pareja de toda la vida Xisca Perelló. Una celebración que se alargó hasta altas horas de la madrugada y en la que López, y a juzgar por las imágenes, fue el alma de la fiesta. ¿Quieres verle? ¡Alucinarás!
Feliciano López se lo bebe todo
El pasado sábado, Mallorca se vistió de gala para celebrar la boda entre el tenista Rafa Nadal y la empresaria Xisca Perelló. Un enlace que se celebró en el carísimo castillo Sa Fortalesa, en Pollença, que el deportista y su ya mujer alquilaron enterito para su gran día. Una fiesta que estuvo completamente blindada, debido a las fuertes medidas de seguridad que había en la zona para proteger a los novios, a la que acudieron cerca de 250 personas, entre ellas el emérito Juan Carlos I, y que se alargó hasta altas horas de la madrugada, con un fiestón épico.
Y, como prueba de ello, solo hay que ver la cara que lucía el tenista, Feliciano López, nada más regresar al hotel después de la boda de Rafa Nadal. Una cara totalmente descompuesta, despeinado a más no poder, con la camisa completamente desabrochada y sin lucir la corbata verde que se había puesto horas antes para la gran ceremonia. Una estampa de lo más surrealista que el programa Socialité, presentador por María Patiño, se encargó de difundir a bombo y platillo. Y es que una de las reporteras del espacio se puso a hacer guardia en el hotel donde se hospedaban la mayor parte de los invitados, para captar sus primeras sensaciones después de la boda. Unas sensaciones que Feliciano López no pudo transmitir, puesto que, a juzgar por las imágenes, estaba en otra órbita. ¿Se habrá recuperado ya?
Feliciano López no fue el único que tenia sed
El marido de Sandra Gago no fue el único invitado que, a su llegada al hotel, se quedó completamente pasmado con la presencia del programa de Telecinco, que le pilló con las manos en la masa. Al igual que el ex de Alba Carrillo, muchos fueron los invitados que llegaron la mar de contentos al hotel aunque, seguramente, a la mañana siguiente se morirían de la vergüenza al verse por la televisión. Y es que la cosa tiene tela.
Otra de las que lo dio todo fue la pareja de Carlos Moya, la cantante Carolina Cerezuela, quien también llegó al hotel totalmente despeinada, con el carmín corrido y sin tacones. Eso sí, como buena artista que es, supo disimular su estado de euforia máxima y, muy airosamente soltó: "Después de los bailes había que dejar los tacones". Y es que ya lo dice el refrán, que una imagen vale más que mil palabras. ¿Se pondrían finos a base de ensaimadas malloquinas para recuperarse de los excesos? ¿O terminaron con las existencias de ibuprofenos en la isla?