Nordic Walking en Girona / NickyPe en Pixabay

"Nordic Walking" en Girona / NickyPe en Pixabay

Estilo

"Nordic Walking" en Girona: dónde practicarla

También conocida como marcha nórdica, esta modalidad es muy popular entre los vecinos de Cataluña

6 marzo, 2020 17:26

El running, el yoga, el boxeo o el longboarding son algunas de las modalidades que han restado protagonismo a los deportes clásicos que antes triunfaban entre los amantes del culto al cuerpo. Sin embargo, esto no significa que hayan desaparecido por completo, sino que ahora poseen una identidad aún más marcada, llamando la atención de los deportistas más curiosos y aventureros.

Es el caso de la marcha nórdica, también conocida como Nordic Walking, que consiste básicamente en caminar con ayuda de unos bastones diseñados para optimizar el esfuerzo físico del individuo y servir como apoyo durante el recorrido. Además, se suele practicar en entornos naturales de increíble belleza, lo que aumenta aún más la energía y la motivación. Girona es una de las regiones donde más protagonismo ha adquirido este deporte, gracias a rutas muy bien delimitadas que potencian sus virtudes. ¿Cuáles son las mejores?

Valle de Sant Daniel

Uno de los caminos más transitados por los aficionados a la marcha nórdica es el que recorre el Valle de San Daniel, que cuenta con una extensión de más de ocho kilómetros. Se trata de una ruta circular, perfecta para principiantes, que permite descubrir algunos de los rincones con mayor encanto de la zona como, por ejemplo, la Font d'en Fita, la Font dels Lleons o el Mirador Puig de Can Garcia.

Sin embargo, todas las miradas suelen recaer en el monasterio de Sant Daniel, que da nombre a la ruta. Una construcción de estilo románico que se remonta a la Edad Media y que ofrece un marco incomparable para aquellos que deciden entrenar en este camino.

Montaña de la O

Al igual que la opción anterior, este itinerario transita uno de los parajes naturales más espectaculares de Girona, donde las zonas agrícolas, forestales y fluviales confluyen ofreciendo un paisaje de gran atractivo. Esta ruta de marcha nórdica dura alrededor de dos horas y media, y tiene una extensión de diez kilómetros. También es circular y requiere un nivel más alto de experiencia, debido al desnivel acumulado en algunos tramos.

Mujeres practicando la marcha nórdica / 5598375 en Pixabay

Mujeres practicando la marcha nórdica / 5598375 en Pixabay

Se trata de una senda muy completa que parte de Sant Pere de Galligants y recorre puntos clave como las catorce pequeñas capillas del Vía Crucis, la ermita del Calvari e incluso unas vistas panorámicas del Valle de Sant Daniel, muy próximo a esta zona. Además, a mitad de camino es posible atravesar el río Galligants, un lugar que muchos caminantes aprovechan para reponer fuerzas durante el entrenamiento.

Ribes del Ter y Devesa

El principal atractivo de esta ruta es que permite a los deportistas practicar la marcha nórdica en los principales pulmones verdes de la ciudad: los parques de La Devesa y Les Ribes del Ter. Aunque se encuentra en el núcleo urbano de Girona, su gran extensión de terreno actúa como una burbuja donde la naturaleza acapara todo el protagonismo.

Este itinerario discurre por la orilla del río Ter, que ofrece un entorno de gran valor ecológico y ambiental, gracias a la flora y la fauna típicas del lugar. La distancia a recorrer apenas supera los tres kilómetros y no presenta fuertes desniveles, siendo prácticamente plano. Por lo tanto, es perfecto para aquellos que están empezando en la Nordic Walking. Y, además, el trazado está adaptado para personas con silla de ruedas, algo que otros recorridos no incluyen.

Beneficios de la marcha nórdica

Entre los beneficios que proporciona este ejercicio al cuerpo humano destacan el fortalecimiento de la espalda, la pérdida de grasa corporal o el aumento de la resistencia cardiorrespiratoria. Sin olvidar su impacto positivo en el estrés y la ansiedad propios del día a día, pues se trata de una modalidad que ayuda a liberar endorfinas, que a su vez producen una sensación de bienestar.

En definitiva, "se trata de una manera sencilla, natural y muy eficaz de mejorar la propia condición física y tonificar la musculatura, independientemente de la edad, el género y la preparación física del practicante", aseguran desde la Fundación Española de Deportes de Montaña y Escalada. Eso sí, para evitar lesiones, es fundamental ejecutar correctamente la técnica, pudiendo apoyarse en los conocimientos de un entrenador o preparador físico especializado.