¿Poco pelo? Las extensiones son la respuesta

Para muchas personas tener poco pelo puede ser sinónimo de contar, además, con un complejo. Ni la industria farmacéutica o la cosmética han inventado aún el milagroso producto que haga crecer el cabello para lucir una melena de impresión, pero algunos servicios de estética, ofrecen propuestas interesantes y con resultados, para mitigar el problema. Una de estas opciones son las extensiones de pelo, un producto que no es nuevo en el mercado, pero que antiguamente estaba más destinado a longitud que a espesor.

Y es que las extensiones capilares, aportan una dosis de volumen, cantidad y fuerza al cabello y su éxito radica en la naturalidad del resultado. El motivo principal es que se usa cabello natural (no sintético) aportando un aspecto brillante y sedoso. Cuando se tiene poco pelo, añadir extensiones supone añadir cabello y por tanto disimular el problema.

Tipos de extensiones

Una vez se ha tomado la decisión de colocarse unas extensiones de pelo, en la mayoría de los casos del mismo tono que el cabello base para que no haya tanto contraste, la usuaria puede decantarse por las distintas tipologías que hay en el mercado capilar. Así, por ejemplo, se encuentran aquellas que son permanentes y que duran puestas entre 2 meses y medio año según vaya creciendo el pelo, o las adhesivas que sobre todo se recomiendan si el pelo es demasiado fino y que se pega por medio de un pegamento especial que no daña el cuero cabelludo. 

Además de estos dos tipos, también se puede optar por aquellas que van cosidas a modo de cortina y cuyo resultado es muy discreto tras una colocación hecha por un profesional. Por último, entre el amplio catálogo también se puede elegir las que son de queratina y se funden mechón a mechón con el pelo por medio de calor o bien, sin calor, y con unas anillas. El resultado es igualmente resistente e invisible a los ojos de los demás. 

Las idóneas en cada caso

Cuando el problema de la persona que quiere colocarse unas extensiones es que tiene el cabello muy fino, que además puede coincidir con su escasa cantidad, los profesionales de la peluquería recomiendan en la mayoría de los casos optar por aquellas que son de queratina o adhesivas. Al contrario, si se trata un cabello algo más grueso lo mejor es elegir las que van cosidas. 

Eso sí, importante antes de colocarse unas extensiones (sobre todo si es la primera vez que se va a hacer), empezar con aquellas de clip o quita y pon para ir poco a poco viéndose con una melena que ha cambiado de manera radical. Es la mejor manera de comprobar si las extensiones dan el resultado que se buscaba en un primer momento y si resultan cómodas para la vida diaria (sobre todo cuando llega el momento de ducharse o peinarse). 

¿Dañan el pelo?

Siempre que se recurra a extensiones de pelo de calidad y colocadas en un centro especializado y profesional, no hay que temer por la salud del cabello ni del cuero cabelludo. Pero, antes de eso es importante que se haga un estudio previo en función del tipo de pelo y de las condiciones en las que se encuentra. En cualquier caso, también dependiendo de factores como la mano del profesional, las que entrañan menos riesgos son aquellas adhesivas o que se sujetan con un clip. 

Y es que, si las extensiones se colocan mal o el cabello previo no es el adecuado para el tratamiento elegido, el peligro puede estar en que se dañe y debilite el pelo (aunque fuese poco) que ya tenía esa persona. En casos muy graves, incluso puede hacer que este se caiga. Un riesgo que es raro que ocurra y donde también interviene el cuidado y mantenimiento posterior que se haga de las extensiones.

Una mujer presume de melena gracias a las extensiones / Stock Snap en PIXABAY

Cómo cuidar las extensiones

Tan importantes son las consideraciones previas como los cuidados y consejos de uso posterior (sobre todo cuando se trata de extensiones permanentes o semipermanentes para las que habrá que ir al salón de belleza cada dos meses para comprobar cómo se encuentran). Lo que sí es común en todos los casos es la necesidad de cepillar el cabello (siempre con el pelo seco y con un peine suave) dos veces al día para que no se enreden y estén siempre limpias. 

¿Y cómo se lavan? Quizá sea la eterna pregunta cuando se ponen por primera vez. En este caso y antes de meterse en la ducha es importante que el pelo esté desenredado para, luego, lavárselo con un champú especial (sobre todo si son extensiones de queratina) y masajear el cabello con cuidado. Por último, y una vez se salga de la ducha, conviene aplicar una mascarilla sin aclarado sobre el cabello húmedo y limpio para un mejor cuidado. Así permanecerán en el mejor estado el mayor tiempo posible.