Los admiradores del ballet clásico están de enhorabuena si, además, suelen practicar fitness. La última moda para cincelar el cuerpo y que la silueta quede esbelta es lo que conoce como ballet fit. Una disciplina que está arrasando y que se basa en movimientos y ejercicios que tienen como base los de la danza más clásica; ayudados, eso sí, por el apoyo que ofrece una barra de ballet.
A la hora de explicar en qué consiste el ballet fit se puede hacer mención a un método muy similar conocido como ballet beautiful y que fue creado por una bailarina profesional, Mary Helen Bowers. Esta disciplina de fitness, que incluso siguen algunas de las celebrities de Hollywood, es una vertiente del ballet de toda la vida --se practica con puntas--, pero en este caso adaptado a todo tipo de personas y condición física si se siguen una serie de recomendaciones previas.
Beneficios saludables
Como no podía ser de otra manera, todo lo que sea mover el cuerpo y alejarlo del sedentarismo no solo es bueno para la silueta. La salud también se ve beneficiada. Así, en este caso, ya no es solo que la figura corporal vaya adoptando una forma más armoniosa, es que además se gana en elasticidad, coordinación, flexibilidad y equilibrio; además de mejorar la postura. Esto último se nota sobre todo gracias al importante trabajo abdominal que se hace durante una sesión de ballet fit.
Pero hay más detrás de esos pasos y saltos de danza. Gracias a ellos se ve favorecido el oído, la memoria y la concentración al tratar de seguir el ritmo asociado a ese conjunto de coreografías. Se realiza por tanto una importante actividad cerebral, además de resultar de lo más saludable para decir adiós al estrés y las preocupaciones.
¿Cómo se práctica?
El ballet fit se trata de una coreografía dirigida en la que se trabaja todo el cuerpo en movimientos que sirven para tonificar y favorecer la movilidad articular. Una disciplina en la que, además, se hace un importante ejercicio cardiovascular y que se recomienda hacer en sesiones de una hora divididas en diversos bloques adaptados a la persona que lo está practicando --incluso las embarazadas pueden realizarlo si se encuentran bien y no tienen ningún riesgo--. Así pues, al principio se hacen ejercicios en barra para ir poco a poco ganando esa flexibilidad y equilibrio ya mencionados.
A continuación, la intensidad de la actividad es tal que es como si se estuviese haciendo un ejercicio de cardio, pero sin perder de vista en todo momento la base del ballet más clásico. Es en este momento cuando se empieza con sencillos pasos coreográficos para mejorar la resistencia y capacidad pulmonar. Los últimos minutos de la clase se dedican a hacer estiramientos en el suelo como si de yoga o pilates se tratase.
'Ballet fit' en casa
No es necesario apuntarse a una academia de baile o centro especializado para disfrutar de las bondades de esta modalidad deportiva. En la comodidad de casa y con un poco de tiempo y fuerza de voluntad se puede seguir una rutina de ejercicios con el fitness y el ballet como base. Así, por ejemplo, tumbado en el suelo y con una pierna flexionada con el pie apoyado en el suelo, la otra pierna se levanta estirada --y con la punta de los dedos hacia abajo-- todo lo que se pueda hacia el tronco. Importante, medir las fuerzas de cada uno y vigilar la espalda para no lesionarse.
Otro de los ejercicios consiste en apoyarse en una barra, barandilla o silla si no se tiene nada de lo anterior. Se abren las piernas una extensión algo mayor que distancia de los hombros y con cuidado se ponen los pies de puntillas. Conviene no subestimar la capacidad de cada uno y empezar poco a poco para no hacerse daño. Una vez en esa posición y con la espalda recta, el movimiento consiste en bajar un poco en cuerpo al tiempo que se van flexionando las rodillas. Algo así como una clásica sentadilla pero a modo ballet.
Equipamiento necesario
Si uno se anima con la práctica de ballet fit pero le entusiasma poco eso de ponerse un tutú o vestirse como un bailarín profesional, nada más lejos. No se necesita ninguna ropa o vestimenta especial más allá de ropa cómoda --mejor ajustada al cuerpo para permitir una mayor libertad de movimientos--.
Para los pies, tampoco es imprescindible un calzado especial para practicar ballet. Se puede hacer descalzo o con calcetines de algodón que no resbalen en el suelo; como más cómodo esté cada uno. Eso sí, si hay alguien que se lo quiere tomar más en serio, siempre puede comprarse unas zapatillas de danza de media punta; mejor si son de tela.