Un coche nuevo circulando por la carretera / UNSPLASH

Un coche nuevo circulando por la carretera / UNSPLASH

Curiosidades

¿Cuánto tarda una persona en elegir y comprar un coche nuevo?

Un ciudadano europeo emplea normalmente dos meses en decidirse, y durante este tiempo pide consejo hasta a ocho personas

13 marzo, 2019 19:58

Comprar un coche nuevo no es una decisión que deba tomarse a la ligera. Requiere una cantidad importante de dinero a desembolsar y existe una amplia variedad de modelos en el mercado, cada uno con sus propias particularidades, que conviene estudiar a fondo antes de decantarse por uno u otro. Así, desde que se plantea la necesidad de adquirir un vehículo hasta que finalmente llega a efectuarse la compra pasa bastante tiempo. Pero, ¿cuánto?

Un estudio realizado por Seat ha desvelado que el perfil medio de los nuevos clientes del sector de la automoción en Europa es una persona de 53 años, a la que le gustan los coches tipo SUV y que tarda unos dos meses en decidirse a comprar el vehículo. Además, el análisis también ha señalado los aspectos que se consideran prioritarios a la hora de efectuar esta inversión, la segunda más importante en la vida de una persona después de la vivienda.

Motivos

Más de la mitad de los compradores apuestan por un coche u otro dependiendo del kilometraje y de la antigüedad de sus vehículos. El 20% de las ventas se deben al interés de los usuarios en ganar en aspectos como la seguridad, más espacio, reducir el consumo o tener un coche con la última tecnología. Motivos familiares (el nacimiento de un nuevo hijo, el cambio de estado civil) influye en el 15%, mientras que otras razones personales como el fin de los estudios o un cambio de trabajo lo hacen en el 10% de los casos.

Infografía sobre el proceso de compra de un coche nuevo / SEAT

Infografía sobre el proceso de compra de un coche nuevo / SEAT

Infografía sobre el proceso de compra de un coche nuevo / SEAT

Una vez convencido de adquirir un vehículo, toca elegir el modelo concreto. El tamaño y el tipo de carrocería son los primeros aspectos a tener en cuenta (45 % de los compradores), aunque el motor (diésel, gasolina o híbrido), el presupuesto y la marca también son capitales para el 24%, el 17% y el 14% de los inversores. Como curiosidad, desde Seat apuntan a que “el 55% de los futuros compradores que opta por una marca cambia de preferencia a lo largo del proceso”.

Buscar asesoramiento

Internet ha cambiado la forma de comprar de la mayoría de la gente, sin embargo, en la compra de los vehículos todavía se sigue apostando por dejarse asesorar por personas cercanas. De esta forma, nueve de cada diez compradores reconocen que las recomendaciones de su entorno más inmediato influyen en su decisión final. Lo habitual es pedir consejo a una media de ocho amigos y familiares.

Aunque existen herramientas digitales como configuradores online en los portales de los fabricantes (usados por el 56 % de los clientes), los concesionarios siguen jugando un papel clave en estas transacciones. Eso sí, el 55% prioriza el trato recibido, un mejor precio y las opciones de financiación a la proximidad, ya que “la mitad de los clientes no compran su coche nuevo en el concesionario más cercano a su domicilio”.

¿Pago al contado o a plazos?

Las empresas del sector de la automoción financian la mitad de los vehículos que venden a través de sus propias financieras. Esta cantidad se ha duplicado desde el año 2003, cuando eran las entidades bancarias las principales encargadas de ayudar económicamente a los usuarios. Éstos tienen dos opciones: pagar al contado o hacerlo a plazos. Es esta segunda opción la más utilizada, ya que únicamente el 38% puede asumir esta inversión utilizando únicamente sus ahorros.

Finalmente, el estudio de Seat también ha analizado si la población está concienciada con el medio ambiente. En el caso de los coches, el 35% de los que apuestan por híbridos o eléctricos reconoce hacerlo motivado por las restricciones en episodios de contaminación. Y es que algunas ciudades europeas como Barcelona, París o Madrid ya aplican nuevas leyes medioambientales que limitan la circulación a determinados vehículos.