La escalada está de moda. En los últimos las ciudades y pueblos de Cataluña se han llenado de rocódromos donde la gente ensaya y se prepara para salir y explorar la naturaleza colgado de una cuerda y subiendo y bajando montañas.
Los amantes de este tipo de senderismo extremo buscan lugares que combinen bonitos paisajes con la aventura, pero siempre en condiciones idóneas. Así han aparecido numerosas rutas donde hay lo que se conoce como vía ferrata.
Qué es una vía ferrata
Para los que no estén acostumbrados al término se trata de un recorrido montañoso que sigue un itinerario fijado en el que algún momento uno debe colgarse de una montaña ora para subirla o bajarla ora para una progresión horizontal.
Para lograr hacerlo, estos espacios están equipados con diferentes elementos artificiales como grapas, clavijas, puentes colgantes, cadenas o tirolinas, que ayudan a vencer estos obstáculos y permiten alcanzar zonas de difícil acceso, ya sean lagos, picos u otras áreas ocultas de montaña.
Un trayecto subterráneo
En Cataluña hay muchas de estas zonas, pero hay una que destaca por ser la única que es subterránea, la Vía Ferrata Venes de Rojalons. No lo es por completo, sólo en la parte final, pero cada vez tiene más reconocimiento y visibilidad en redes.
Esta vía ferrata se encuentra, como su propio nombre indica, en Rojalons, en la zona de Montblanc (Tarragona). El lugar está alejado de las viñas y la costa y garantiza un momento de tranquilidad para unas cuatro horas de duro esfuerzo.
Dificultades de la ruta
No, esta vía ferrata no es de las fáciles. Tiene una dificultad media (k3/k4) y promete una experiencia inigualable, llena de desafíos vertiginosos y emociones desbordantes. Los desniveles tienen una verticalidad que pone a prueba la valentía y destreza de los escaladores.
Desde paredes completamente verticales hasta desplomes vertiginosos, la Vía Ferrata Venes de Rojalons ofrece un desafío único que garantiza una descarga de adrenalina inigualable. Sólo hace falta situarse en la base para ver la verticalidad de la pared, para darse cuenta.
Camino vertical
Pero ¡atención! que hay momentos de horizontalidad entre brechas montañosas o la travesía de puentes colgantes. Por el camino, uno encuentra desde desplomes hasta pasajes de escalada, cada paso es una oportunidad para poner a prueba las habilidades y la resistencia.
El recorrido incluye emocionantes momentos muy verticales con ascensos a agujas, cruzar dos puentes e incluso tirarse en rápel. Es entonces cuando empieza la parte bajo tierra.
La cueva
La oscura cueva de la Vía Ferrata Venes de Rojalons, adornada con estalactitas y estalagmitas, ofrece rincones estrechos por los que sortear y escaladas entre dos enormes paredes antes de volver a ver la luz. El paisaje final es sencillamente impresionante.
Son tres horas y medias de dificultad, tras el momento cueva, sólo quedan unos 25 minutos hasta el estacionamiento. Tiempo suficiente para recuperarse.
Cómo llegar
El camino hasta allí es de cerca de dos horas. Se debe tomar la AP-7 hasta el desvío por la AP-2 y tomar la salida hacia Montblanc, municipio que merece una visita, pero que se debe pasar de largo de camino a la vía ferrata. Siguiendo por la carretera TV-7042 varios kilómetros más uno llega al párking para iniciar la ruta.