La tortilla de patatas catalana que indigna a las redes

Las noticias de aberraciones gastronómicas de recetas típicas españolas suelen venir de fuera. Paellas con chorizo, tortilla española con pimientos, pero esta vez la polémica empieza desde dentro.

Un restaurante de Barcelona ha sorprendido a propios y extraños con un plato que sirve y al que ha cambiado desde la receta hasta la presentación. ¿El plato? La tortilla de patatas. ¿El lugar? La Bodega Montferry.

Bar reinventado 

Este local está cargado de historia. En realidad, eran unas bodegas tradicionales, que tenían varias tiendas por la ciudad condal. Poco a poco, fueron cerrando, pero hay dos que se mantienen. Una sigue vendiendo vinos en L’Hospitalet, otra sirve comida en el centro de Sants. Ninguno de ellos pertenece a los dueños originales.

Más allá de su historia, este bar de la capital catalana conserva la estética tradicional de toda la vida. También su carta: tapas, desayunos de plato, bocadillos y… tortilla de patatas. Bueno, tortillas de patatas y…

Las tortillas de la polémica 

Ajenos a cualquier debate de si la tortilla de patatas va con cebolla y sin cebolla, este restaurante ha decidido apostar por la primera opción e ir más lejos. Así, sus tortillas españolas además de ir con cebolla pueden llevar también champiñones, calabacín, jamón y queso…

Las opciones son muchas y variadas, pero es que eso no es lo realmente escandaloso del asunto. Por mucho que pueda sorprender, a estos platos le han añadido un ingrediente más: ¡una salsa!

¿Una salsa en mi 'omelette'? 

Bien, para ser exactos podemos hablar de muchas salsas. Una vez añadidos otros ingredientes a la tortilla española, los dueños de la Bodega Montferry han pensado que a cada omelette su salsa. Así uno puede encontrarse estas variedades aderezadas con salsa de champiñones, de queso e incluso de salsa de calçots. Claro que ¿por qué no añadirle por encima una crema de queso y sobrasada?

La polémica está servida. Los que han probado estas mezclas están encantados y piden más, los puristas vuelven a usar su palabra mágica para estos asuntos “¡aberración!”. Y tú, ¿de qué equipo eres?