Los restaurantes con estrellas Michelin son reconocidos mundialmente por su excelencia culinaria y su servicio excepcional. La Guía Michelin, originaria de Francia, otorga estrellas a establecimientos gastronómicos en función de la calidad de sus platos: la creatividad, el uso de ingredientes, la habilidad del chef y la experiencia global del comensal. Los restaurantes con soles Repsol son destinos gastronómicos que ofrecen una experiencia culinaria sobresaliente. La obtención de estos soles indica un nivel excepcional de calidad en la cocina y en el servicio, lo que convierte a estos establecimientos en opciones destacadas para los amantes de la gastronomía en España. Existe un restaurante que cumple estos dos premios y se encuentra en Girona: el Bo.TiC.
El restaurante
El Bo.TiC (sí, así escrito) se inauguró en 2007 en Corça, en Girona. Se rige bajo el mandato de Albert Sastregener y Cristina Torrent i Cos. Tiene dos estrellas Michelin: una la recibió en el año 2009, época en la que se ubicaba en un antiguo molino (después, en 2017, se trasladó a un antiguo taller de carpintería de carruajes) y la otra se le otorgó en 2020. Además, tiene dos soles Repsol, que expresa que la cocina ha tenido una excelente gestión.
Sastregener es el jefe de cocina y se distingue por sus creaciones culinarias únicas, arraigadas a la tradición catalana. Él ya había obtenido otra estrella Michelin en La Cuina de Can Pipes. En cambio, Torrent i Cos es quien gestiona la sala y ejerce como sumiller de una extensa bodega con más de 400 referencias.
La comida
Ofrecen una propuesta gastronómica de autor y creativa comprometida con la esencia de la cocina tradicional catalana. Podrás elegir entre el menú degustación y el menú del chef. Además, si quieres reservar la Mesa del chef disfrutarás de una propuesta gastronómica creativa, de autor, innovadora y comprometida inspirada en la experiencia, la creatividad y la exigencia que se añade a un trato exquisito y profesional.
Además, puedes pedir la comida para llevar. Incluye como aperitivo una bolsa de chips y de doritos, una terrina de foie con confitura de kumquat y maíz y un steak tartar con brotes de mostaza, infusión de boletus y fósil de hueso de ternera.
El menú está compuesto por escalivada con anchoa, gyoza de calamar o codillo de cerdo. Y de postre, la joya de la corona, cremoso de chocolate, mousse de avellana, crujiente de galleta y culís de frambuesa. ¿Quién no se atrevería a probar esta experiencia culinaria?
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