El actor de Moncada i Reixach, Carlos Cuevas, tiene su propio restaurante en Cataluña, aunque podríamos hablar en plural. Él y Pau Roca son los rostros conocidos de un negocio de éxito llamado el Lluritu, que acerca los mariscos al mundo de la tapa a buen precio. Su éxito es tal que ya tienen dos, más La Muriel, la versión de bar y sala para eventos.
Más allá de eso, al actor le gusta la cocina y lo ha demostrado en varias ocasiones. Eso hace que, además de apreciar y destacar siempre su restaurante, sepa algo de gastronomía y que tenga otros restaurantes favoritos. Él mismo confesó en su día que tiene uno que le encanta. Un bar mítico situado en el corazón del barrio de Sant Antoni de Barcelona y que tiene un carácter especial, el Calders.
Así es el restaurante: Rincón con personalidad
Desde hace décadas, este local es sinónimo de éxito. Su encantadora terraza, un interior amplio, tranquilo y lleno de colores y el encanto de su patio andaluz combinan a la perfección con la autenticidad rústica catalana y su gastronomía ligada al territorio.
Las paredes adornadas con plantas colgantes, manteles de hule con estampados coloridos mexicanos y mesas de mármol en su interior hacen que este bar sea un lugar ideal para disfrutar de unas buenas tapas, pero también de sus platillos. Claro que si por algo destaca es por su fantástico vermut.
Ambiente y comida en el Calders de Sant Antoni
En contraste con los bares genéricos y franquicias que se multiplican en la ciudad, el Bar Calders destaca como una opción con personalidad propia. El interior del bar presenta un ambiente rústico típicamente catalán, con pórticos de un distintivo color rojo burdeos que dan un toque de elegancia al lugar. Las mesas de mármol, visibles desde la barra, invitan a los visitantes a sumergirse en la tradición local mientras disfrutan de sus bebidas y tapas.
Sus grandes platos de nachos, sus platos de embutidos y quesos, las ricas anchoas o un sabroso hummus, compiten en protagonismo con las increíbles patatas gruesas con tres salsas. Todo ello hace las delicias de Carlos Cuevas y de todo aquel que se sienta en sus mesas.
Este es el referente literario del Calders
Su ubicación estratégica, cerca de la famosa Avenida Paral·lel en la calle Parlament, lo convierte en una elección óptima para aquellos que buscan escapar de la monotonía y descubrir lugares auténticos. Además, está al lado de la librería que lleva al mismo nombre, ambos en honor a Pere Calders, que está presente en el bar a través de sus libros dispersos por todo el establecimiento y detalles que evocan su legado literario. Eso sin contar con el cul-de-sac de la terraza que lleva el nombre del autor.
En definitiva, tradición catalana, buen vermut, excelentes tapas y un toque bohemio que lo hacen único. “No es fácil encontrar sitios así”, como decía Carlos Cuevas en una entrevista con Ferrán Imedio.