Los monasterios son remansos de paz; de hecho, surgieron por la necesidad de los monjes por encontrar un lugar para compartir y llevar una vida de aislamiento y oración. La solución fueron estos maravillosos edificios arquitectónicos en los que pudieron organizarse. Hay varios monasterios en Cataluña: el de Santes Creus, el de Poblet, el de Sant Serni de Tavèrnoles… y esta vez te presentamos el Monasterio de Santa María de Ripoll.
Un monasterio benedictino
Es un monasterio benedictino situado en Ripoll, como su propio nombre indica, en Girona. Fue fundado hacia el 880-889 por el conde Guifré el Pelós y se convirtió en un lugar de enterramiento de los condes de Barcelona y Besalú. El monasterio fue un centro de escritura en la Edad Media.
La época de esplendor del monasterio fue durante el mandato del Abad Oliba, también fundador del monasterio de Montserrat, quién consiguió que el monasterio de Ripoll fuera uno de los centros religiosos y culturales más importantes de la época medieval, con una producción literaria a la altura otras abadías europeas de este periodo.
La iglesia que se conserva en la actualidad es fruto de la reconstrucción en el siglo XIX de Elías Rogent basándose en la obra de los principales abades de Ripoll: el abad Arnulfo y el abad Oliba. Arnulfo ordenó construir una iglesia de cinco naves con cinco ábsides, acabada con bóvedas de cañón y Oliba amplió a siete los ábsides. La iglesia tiene unas dimensiones de 60 metros de largo por 40 metros de ancho.
Oliba fue el encargado de añadir a la iglesia un transepto (nave transversal que cruza la nave mayor) y siete ábsides; ordenó también abrir la cripta y enmarcó la entrada con un pórtico decorado con un campanario a cada uno de los lados. Las obras de ampliación del abad Oliba terminaron en el 1032. La reconstrucción realizada en 1830 redujo las naves de la iglesia de cinco a tres.
Parte de las escenas de El Cid (1961) fueron rodadas en el monasterio y en la cual se trata sobre el guerrero castellano Rodrigo Díaz de Vivar. La película la dirigió Anthony Mann y estaba protagonizada por Charlton Heston y Sophia Loren.