Avistan un pingüino en las playas de Tarragona (y tiene una explicación lógica)

El cambio climático causa estragos. Cataluña lo sabe bien. La situación de sequía ha puesto a la comunidad autónoma en alarma. Ya se habla de traer agua del mar para desalanizar y abastecer a la población. No cae una gota de agua, en cambio, el frío, cada vez más seco, se acerca.

Las imágenes de los últimos meses dan fe de todo ello. La iglesia del pantano de Sau lleva meses al descubierto, La Cerdanya parece más el escenario de un western en el que verde es casi anecdótico y, de repente, ¿Un pingüino en una playa de Tarragona?

Aparición polar

Así es. Los vecinos de Coma-ruga (El Vendrell) tuvieron que rascarse varias veces los ojos, limpiarse las gafas y comprobar que sí, que por la arena estaba paseándose un pingüino. ¿A estos extremos llega la nueva situación climatológica? Spoiler: no.

Que nadie tema. En principio, Cataluña no ha entrado en la ruta de los pingüinos. Al menos que se sepa. Si uno prestaba atención a la escena, veía que había algo extraño.

Un pingüino en la arena 

Alrededor del animal, casi custodiado, había varias personas. Además, el pobre estaba encima de una mancha negra. ¿Petróleo? ¿Alquitrán? La explicación es mucho más lógica y glamurosa.

Coma-ruga es el escenario de un rodaje internacional. Sí, como lo leen. Las playas de El Vendrell, junto con Barcelona, son algunos de los escenarios en los que se rueda la última película protagonizada por Steve Coogan (Philomena, Ruby Sparks, Una noche en el museo), The Penguin Lessons.

La explicación lógica 

La cinta es una coproducción catalano-británica dirigida por Peter Cattaneo que adapta el best seller homónimo de Tom Michell. En el libro, el propio autor, un profesor en un internado inglés de Argentina, narra sus experiencias durante unas vacaciones en Uruguay en los años 90 en las que rescata a un pingüino atrapado en un vertido de petróleo. La relación que surge entre ellos centra toda la trama. Michel le pone nombre al animal, Juan Sebastián, lo cuida e incluso se convierte en mascota de un equipo de rugby.

Esto ya da la explicación de dos cosas, qué hace el pingüino allí y porqué está en un líquido negro que, obviamente, no es petróleo, sino un colorante natural sin efectos para el entorno. Pero, ¡atención!,, no hay sólo un pingüino, sino varios. Para no estresarlos.

Así que respiren tranquilos, el cambio climático causa estragos, pero no para atraer pingüinos a la Costa Dorada. Por ahora.