Cataluña va de un récord a otro con unas consecuencias catastróficos o, cuanto menos, amenazantes. Los pantanos están en mínimos históricos, las lluvias no llegan y este noviembre han roto los máximos de temperatura.
El llamado veranillo de San Martín se ha extendido del 12 y el 14 de noviembre y ha dejado récords de temperatura de noviembre en el litoral y prelitoral. Desde el inicio del episodio, el pasado domingo, el Camp de Tarragona y algunas áreas de las Terres de l'Ebre experimentaron temperaturas sorprendentes. Con máximas superando los 25 ºC y alcanzando incluso los 27,7 ºC en Alcanar (Montsià), la atmósfera parecía más típica de finales de primavera.
Del Ebro a Barcelona
El lunes 13 de noviembre, la temperatura se elevó aún más, con picos notables como los 28,0 ºC en Mieres (Garrotxa) y los 27,9 ºC en Aldover (Baix Ebre). En cualquier caso, fue el martes marcó el apogeo del episodio, con mínimas nocturnas por encima de los 19 ºC y máximas superando los 25 ºC, llegando a los asombrosos 29,8 ºC en Sils y 29,5 ºC en Llars de la Selva.
Este episodio histórico también dejó su marca en el Observatorio Fabra de Barcelona, que registró el martes 14 de noviembre una temperatura máxima de 26,4 ºC, igualando su récord más alto en noviembre desde que comenzaron los registros hace 120 años. Este hito empató con la marca anterior del 9 de noviembre de 1985. La capital catalana, por su parte, alcanzó una máxima de 27,3 ºC en el Raval.
Provincia de Girona
Este episodio de temperatura excepcional no tiene precedentes recientes, pero datos de estaciones manuales revelan un evento comparable en noviembre de 1985, donde se registraron máximas por encima de los 25 ºC en varias regiones del país y hasta 30 ºC en áreas como Santa Coloma de Farners y el aeropuerto de Girona.
Además, las noches también experimentaron temperaturas inusualmente cálidas, especialmente en el sur de Cataluña con vientos, con mínimas que superaron los 15 ºC en algunos lugares.