El huerto que amenaza una de las montañas mágicas de Cataluña

No es Montserrat, pero no le queda muy lejos. Montjuïc es, para muchos, la montaña mágica de Barcelona. Un pequeño monte al lado del mar, que aloja uno de los cementerios más artísticos de Cataluña, pero que está amenazado.

Esta vez no es ninguna plaga, insecto o animal, tampoco un fondo de inmersión o inmobiliario. Se trata de un huerto. Al menos, eso aseguran los vecinos de Poble-Sec que temen por la deforestación de la zona.

Teleférico de Montjuïc

Iniciativa con problemas 

El Ayuntamiento de Barcelona quiso crear “un oasis ecológico” que los vecinos pudieran usar. Situado al lado del campo de fútbol de La Satalia, a 80 metros de altura fue concebido como una extensión verde en medio de la montaña.

Sin embargo, desde su implementación, los problemas han surgido, y los residentes locales denuncian una serie de irregularidades que van desde la adjudicación de parcelas hasta el impacto medioambiental. Denuncian, incluso, que se ha privatizado el terreno público en favor de afiliados a entidades amigas.

El origen del mal 

La Associació de la Font Trobada, con vínculos cercanos a los Barcelona En Comú, por entonces en el Gobierno, jugó un papel clave en la concepción del huerto. La "demanda ciudadana" llevó a la creación de parcelas para los vecinos, pero las sospechas de preadjudicación y falta de transparencia rodean el proceso.

Teleférico de Montjuïc

La privatización de espacios que antes eran de libre acceso ha generado inquietud entre los residentes que ven cómo un trozo de Montjuïc ahora es propiedad privada.

Advertencias vecinales 

El proceso de construcción del huerto no estuvo exento de críticas. Durante las obras, se llevaron a cabo invasiones del terreno sin respetar la naturaleza circundante.

Los vecinos alertaron al ayuntamiento sobre la situación, pero las prometidas inspecciones y acciones correctivas nunca llegaron. La tala masiva de árboles y la falta de atención a enfermedades que afectaron a la vegetación han dejado un claro desolado en la montaña.

Un nabo plantado EFE

Los efectos negativos

La Fiscalía de medioambiente ha sido informada sobre las irregularidades, pero la respuesta está aún pendiente. Los vecinos sostienen que la acción del Ayuntamiento, o más bien su inacción, ha afectado a las aguas subterráneas y ha contribuido a la deforestación de la zona.

La modificación de la composición del suelo para adecuarlo al cultivo de hortalizas también ha tenido consecuencias negativas en la vegetación tradicional de Montjuïc.