La cárcel no tiene sólo la función del castigo. En democracia, el sistema carcelario tiene la voluntad de ayudar a la reinserción en sociedad de las personas que allí se encuentran tras haber cometido algún delito. Para muchos, no es fácil, por eso, la vinculación de las empresas con este cometido puede resultar crucial
La marca catalana de muebles y decoración sostenibles Hannun, con sede en Castellar del Vallès (Barcelona), se ha volcado en uno de estos proyectos y ha demostrado que salir de la cárcel con un oficio es posible. Y, ahora, un documental, viene a dar fe de ello.
Origen de la iniciativa
La idea ya estaba instalada en el país. Polonia es una potencia maderera y desde hace unos años trata de hacer que sus reos. Fue un desafío, aseguran, pero se involucraron sin dudarlo al ver en persona cómo funcionaba el taller que había en la prisión de Wojkowice.
Hannun participó en un taller para proporcionar a los reclusos, “no sólo habilidades sino también autoestima”, sino enseñarles un oficio y a adquirir unas herramientas laborales únicas para reconstruir sus vidas sin caer en la reincidencia.
Cómo trabajan
A los reos se les ofrecía varias piezas de madera que tenían que trabajar con las herramientas que la empresa les proporcionaba. Se trata de un trabajo artesanal que, además de facilitar el acceso al mercado laboral cuando los presos recuperen su libertad, fomenta también el trabajo en equipo.
Para mostrar los resultados de esta iniciativa social que busca transformar el presente y futuro de los reclusos a través del aprendizaje de un oficio, Hannun ha realizado un documental en el que algunos de los presos cuentan su experiencia.
El documental
La cinta, titulada Proyecto Cárcel: Historia de un taller entra por primera vez en una cárcel polaca para poder reflejar la gran tarea de los presos y la funcionalidad de los talleres de oficio en las prisiones.
Durante los cerca de 20 minutos se ve la enorme labor de estos reos que ayudan a fabricar grandes piezas de madera para diferentes empresas. Lo hacen cobrando el sueldo mínimo de Polonia que les permite gastarlo en el economato. “Sin embargo, la mayoría opta por enviarlo a sus familiares o guardarlo para su futuro”.
Reacciones
Los mismos dan su testimonio sobre lo que supone participar en talleres como este. La mayoría subraya los conocimientos adquiridos y la esperanza que les ofrece para abrirse “nuevos horizontes” una vez recuperen su libertad. Asimismo, destacan que les ayuda a “alejar los pensamientos negativos” que suelen acecharlos durante su encierro.
Los responsables de Hannun no pueden estar más satisfechos con este proyecto. El CEO de la empresa, Joan Álvarez, reconoce que participar en esta iniciativa “ha sido una experiencia muy enriquecedora para todos”.