Así es el tesoro de Pirineo catalán: arquitectura medieval y naturaleza apabullante

Desde las leyendas de los piratas, mucha gente se imagina encontrando un tesoro. Para muchos es sinónimo de riqueza económica, de oro, para otros puede ser la pareja, el amor, los amigos. Entre todos ellos, también destacan los tesoros naturales, esos rincones del territorio que a pesar de estar a la vista, uno no ve fácilmente ni descubre todo su potencial.

En Cataluña hay un lugar conocido como "el tesoro del valle". Se encuentra en los Pirineos, entre montañas, casi en los límites con Francia. Donde las aguas del río Ter y el Ritort se entrelazan armoniosamente, surge Camprodón, una joya histórica que deslumbra con su singular belleza.

Camprodón

Dónde está

Esta localidad, situada en la provincia de Girona, se erige como uno de los destinos turísticos más destacados de la comarca del Ripollès. Sus más de 100 kilómetros cuadrados de extensión albergan una población de 2469 habitantes que vive tranquila en mitad de la naturaleza.

Como muchos de los pueblos pirenaicos catalanes, Camprodón presume del esplendor arquitectónico románico, que se manifiesta en sus edificaciones religiosas y civiles. Sus calles, iglesias y edificios contando la historia medieval de esta villa de manera única.

Arquitectura 

La esencia medieval de la villa se manifiesta en sus monumentos religiosos más notables, como el imponente monasterio de Sant Pere, la pintoresca ermita de Sant Antoni y la histórica iglesia de Sant Miquel de Cavallera.

Camprodón CATALUNYA TURISME

Sin lugar a dudas, el Puente Nuevo o Pont Nou, se erige como el emblema más icónico de esta localidad de postal. Esta estructura del siglo XII, restaurada con esmero en 1930, no solo sirve como conexión a la calle de Sant Roc, sino que también enlaza con la torre de defensa, hogar del antiguo portal de la Cerdanya.

Naturaleza y actividades

Pero hablar de sus reliquias arquitectónicas y nada más sería no abordar la grandeza de este municipio. Su riqueza paisajística, enmarcada por la majestuosidad de las montañas y los extensos senderos a lo largo del río, lo convierte en un paraíso para los amantes de la naturaleza.

Camprodón se erige como el destino idílico para una variedad de actividades de montaña. Desde esquiar en la estación de Vallter 2000 hasta recorrer senderos a pie, practicar deportes de aventura o disfrutar de emocionantes paseos en bicicleta, las opciones son tan variadas como las vistas que ofrece.

Camprodón

Un tesoro

Para los amantes de la pesca, la caza y las excursiones a caballo, los entornos del valle despliegan sus encantos, ofreciendo experiencias que conectan con la esencia misma de la naturaleza. Incluso los aficionados al golf pueden encontrar un campo excepcional a los pies del imponente pico de Bastiments.

Cruzar los límites de este valle es, en este sentido, como encontrar un tesoro. Un cofre abierto en el que brilla la arquitectura, su gente, su cultura, su entorno y sus increíbles posibilidades. Su calificativo es merecido.

Cómo llegar

Para aquellos que se preguntan cómo llegar a este paraíso desde Barcelona, la ruta más directa es la C-17. Desde el acceso de B-10 en Sant Adrià de Besòs hasta la Plaça del Dr. Robert en Camprodón, el viaje de aproximadamente 100 kilómetros es una invitación a sumergirse en la magia del valle Ripollès y descubrir por qué Camprodón es, verdaderamente, el tesoro del valle catalán.