El pueblo más barato de Girona: una casa por 37.000 euros y a media hora de la capital

Los precios de la vivienda están por las nubes. Encontrar una vivienda en las grandes ciudades es una misión imposible. Cataluña es una de las comunidades autónomas donde es más caro encontrar una casa. Por eso, hay municipios que se convierten en unos oasis en medio del desierto.

Es cierto que estas localidades suelen estar lejos de las principales capitales de provincia, pero en el caso de Girona se produce una enorme excepción. Sólo media hora en coche, 18 kilómetros, separan el pueblo con el metro cuadrado más barato de la gran ciudad.

Viviendas baratas 

Anglès no es el pueblo más barato de Cataluña, ese es objeto de otro artículo, pero si lo es de la provincia de Girona. El metro cuadrado tiene un precio medio de 1.014 euros. Un hecho que posibilita que uno pueda encontrar una vivienda por 37.000 euros, un piso de 154 metros cuadrados a 49.800 euros o un chalet de 210 m2 a 66.000€. Pocos lugares, incluso de España, ofrecen valores similares.

Anglès / AJUNTAMENT D'ANGLÈS

El pueblo además tiene un casco antiguo que enamora a sus visitantes. El trazado medieval del núcleo antiguo conduce a otros espacios modernistas que ofrecen seguir las huellas históricas del lugar. Un claro ejemplo de ello el vapor de la fábrica Burés, la única máquina de vapor que de toda Europa que se mantiene en su emplazamiento original.

La más cara entra las baratas 

A eso se le añade el increíble entorno que le rodea. Al oeste, se encuentran Las Guillerias, un espacio natural desde el que contemplar el pantano de Susqueda, el santuario de la virgen del Coll o Sant Martí Sacalm. Al este, uno puede seguir el camí de Ral que lleva hasta Girona y seguir el trazado de Ter.

Cabe decir, que a pesar de ser el pueblo más barato de la provincia de Girona. Anglès es el pueblo más caro de todos los más baratos de cada provincia catalana. Sólo hace falta echar un vistazo al listado realizado por el portal Idealista. Si Anglès supera los 1.000 euros por metro cuadrado en los pueblos más baratos de Barcelona, Tarragona y Lleida no los alcanzan ni de lejos.