Buscar setas es una gran tradición en Cataluña. Los aficionados madrugan mucho para llegar a la montaña justo al amanecer para encontrar hongos con los primeros rayos de sol. Desayunan y hasta almuerzan en el bosque, todo para bajar con el cesto lleno a casa.
Saber dónde encontrar setas y que no sean venenosas requiere experiencia y conocimiento. Es casi un arte para muchos. No es fácil y, en muchas ocasiones, los profesionales prefieren guardarse para sí dónde encontrarlos.
Arte y setas
En uno de estos bosques, hay alguien que ha decidido ponerle incluso más arte. Además de poder encontrar setas escondidas en el suelo, los visitantes de las montañas de Poblet, pueden sorprenderse con las grandes setas que aparecen en algunos árboles.
La negrilla, el apagador menor, el pie de rata, la oronja o el más popular níscalo están perfectamente dibujados en los árboles en el famoso Bosque pintado de Castellfollit. Y todo gracias a un hombre Genís Colell.
Qué hay
El artista quiso poner en valor la tradición de ir a buscar bolets y decidió ir a una de las montañas en las que se practica este particular caza a expresarlo. Así, diseminados por el bosque de Castellfollit, pequeños y adultos pueden disfrutar de estos murales compuestos sobre los árboles.
Como sucede con algunos hongos, si encuentra un mural alrededor pueden haber más y con setas de la misma especie. Y no solo eso, al lado de cada pieza artística se encuentra un pequeño cartel informativo que explica las características del hongo.
Cómo llegar
Lo más fácil para llegar es ir por la carretera T-700 que conecta Poblet con Prades. En el kilómetro 6,5 hay que desviarse hacia el camí de Castellfollit. Se debe estar atento, porque al ser un lugar para buscar hongos (se calcula que hay 700 especies en esa zona) no está anunciado.
Lo más fácil es detenerse en la casa forestal de Castellfollit. Una vez aparcados allí empieza la ruta a pie. El itinerario 4 es el que lleva hasta el bosque pintados. Una vez allí hay dos formas de recorrerlo: el camino circular, de 3km y con pocos desniveles, y el camino largo, en el que dejarse llevar. Nunca ir a buscar setas fue tan pedagógico ni artístico.