Con el fin del verano y la llegada del otoño empieza una de las épocas más esperadas para los más montañeros de Cataluña: la temporada de bolets, es decir, de setas.
Ir a buscar hongos por la montaña es una costumbre que tienen en buena parte de España, pero en esta comunidad autónoma es casi un ritual. Madrugar temprano, llevarse la bota de vino y los bocadillos para no detenerse durante todo el día y evitar decir dónde se han encontrado.
Peligros de la naturaleza
Los hay que van a buscar estas setas completamente equipados: palo, navajas, pantalones con varios bolsillos, cesta de mimbre. Lo dicho, todo un rito. Pero, lo importante no es eso, lo importante es saber si se conoce muy bien qué hongos coger.
La naturaleza, si bien es encantadora, también tiene sus misterios. Uno de ellos es saber diferenciar a la perfección que setas son comestibles y cuáles no. Algo que no es tan fácil como parece y a lo que se debe prestar atención.
10 setas venenosas
Es fundamental recordar que, incluso para los expertos en micología, identificar estas setas venenosas puede ser un desafío. Siempre se recomienda que los recolectores de setas estén bien informados y que, en caso de duda, consulten con un experto antes de consumir cualquier seta silvestre.
Para muchos las montañas catalanas no esconden ningún misterio ni peligro, pero lo cierto es que se cuentan por decenas las setas venenosas. La seguridad es primordial cuando se trata de explorar los bosques catalanes, y conocer estas diez setas venenosas es un paso crucial para disfrutar de la naturaleza de manera segura.
Amanita phalloides
Sí, la conocida como "seta de la muerte", también se encuentra en Cataluña. Y sí, es mortal. Esta especie es altamente venenosa y puede ser fatal si se consume, y se puede confundir con algunas comestibles como las llores, los cualbres o los puagres verdes.
Tienen, como todas las amanitas, un anillo en su base y una especie de capa que le hace de bolsa. Por arriba son blancas con toques verdosos y de abajo completamente blancas: estad alerta.
Amanita verna
Es de la misma familia y, sí, también puede causar la muerte en caso de que se ingiera. Esta suele aparecer en primavera, pero su hermana, la amanita virosa, suele aparecer en otoño.
Blancos, de tallo largo y acabados en punta los verna y más con un aspecto fálico la virosa, es importante no confundirlo con los camperols. Lo más peligroso de todo es que si se consume los efectos pueden empezar a aparecer pasadas unas horas.
Cortinarius orellanus
Otro que presenta sus síntomas cuando es demasiado tarde. Y puede resultar mortal. Se les conoce como bolets de mantellina son amarronados y de unos 3-8 cm. de diámetro, tiene el tallo curvado y un tono canela que acaba en rojizo en sus extremos.
Sobre los síntomas que provoca, además de la muerte, destaca por encima de todas las intoxicaciones reales. Pero para que no sea demasiado tarde cuando uno se da cuenta de que lo ha ingerido, debe estar atento a los síntomas: cansancio, dolor de cabeza, pérdida de apetito, sequedad de boca y labios, incluso quemazón en la lengua.
Gyromitra esculenta.
Convengamos en que la naturaleza, a veces, ya avisa de qué no debes comer. Claro que a veces engaña. Esta seta sí se puede comer, pero muy cocida. Es más, se debe dejar en seco largo tiempo, tirar el agua del primer cocido y volver a hacerlo, sino no se elimina su veneno, fruto de la toxina hidracina.
En crudo o poco hecho puede resultar incluso mortal. Da vómitos, náuseas y otros trastornos digestivos, así como problemas nerviosos e ictericia. En cualquier caso, su aspecto es poco apetitoso. Parecen una especie de gusanos o carne picada encima de un tallo. Como mínimo raro.
Amanita muscaria.
Es el típico de toda la vida. Aquel en el que viven los gnomos, según la tradición y serie infantil. Son rojos y con puntos blancos. Si bien uno sabe que es malo, tiene un aspecto parecido al llamado huevo de rey, pero suele ser bastante obvio.
¿Qué provoca? Para empezar, alucinaciones peligrosas. Le siguen los delirios, la excitación y la confusión mental
Amanita pantherina
Es muy parecido al anterior. Sólo que en vez de ser roja con protuberancias blancas, este es marrón con las mismas protuberancias. Eso hace que se confunda con otra seta comestible, la cola de caballo.
Es muy extendido en bosques de pino y fruta seca y es extremadamente venenoso. Igual que su hermana la muscaria esta seta da alucinaciones pero son mucho más intensas porque tienen muchas más toxinas.
Omphalotus olearius
Sí, hablamos de una gírgola, pero esta no es el champiñón ostra, sino que se conoce como gírgola de olivo. No es letal, pero puede causar problemas gastrointestinales graves a las pocas horas de consumirlo.
Es importante no confundirlo con la trompeta amarilla. Tiene su mismo aspecto, pero su tallo no tiene ese color amarillento y su sombrero es mucho más grueso.
Tricholoma pardinum
Se puede confundir por la forma con una negrilla. Tiene ese toque grisáceo, con un tallo que blanquea pero sin acabar de hacerlo. En cualquier caso, es mucho más grueso.
Contiene una toxina nefrotóxica que afecta a los riñones, pero sobre todo da trastornos gastrointestinales al poco tiempo de su ingesta. Pocas veces es mortal.
Inocybe rimosa
Si uno los llama por el nombre en que son conocidos puede saber qué forma tiene esta seta. Se le conoce como Sombreros de bruja. En este caso, no grises, sino marrones y estriados.
Peligrosamente tóxica, puede causar síntomas graves si se consume, en cualquier caso, no la muerte. Los síntomas son casi inmediatos y tienen afectaciones nerviosas y provoca una gran sudoración, además de los trastornos gastrointestinales.