Dónde y cuándo ver las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo en Cataluña

Como cada verano, el cielo depara un espectáculo para aquellos que lo quieren contemplar durante las noches del tramo central del mes agosto. Mucha atención, porque las Perseidas, también conocidas como lágrimas de San Lorenzo, iluminaran el firmamento catalán las próximas madrugadas.

La lluvia de estrellas fugaces llegará a su punto álgido durante la noche del 10 de agosto, día de San Lorenzo, a pesar de que la potencia lumínica de la luna llena podría torpedear su contemplación. No obstante, según la NASA, el proceso de desintegración de estos meteoros se puede observar con facilidad entre las noches del 17 de julio y el 24 de agosto.

La noche del 10 de agosto, día de San Lorenzo 

Para ello, tan solo hará falta apartarse de las zonas con una elevada contaminación lumínica, mirar al cielo y esperar. También, y a modo de opción más fiable, siempre se puede recurrir a alguno de los emplazamientos distribuidos por la geografía catalana que cuentan con el certificado de la Fundación Starlight.

Este certificado se trata de un sistema de reconocimiento que fusiona la ciencia y el turismo que está encaminado a impulsar, a nivel mundial, un modo distinto de cuidar y defender el cielo. Su objetivo es asegurarlo como patrimonio intangible de la humanidad, garantizando la capacidad de disfrutar de la luz de las estrellas y el desarrollo de actividades basadas en este recurso.

Los mejores lugares para verlo en Cataluña

En suelo catalán, los enclaves acreditados con este distintivo se encuentran en Albanyà, un municipio ampurdanés de apenas 200 habitantes, que cuenta con un observatorio astronómico único en España, reconocido por la International Dark-Sky Association (IDA), en el Parque Astronómico del Montsec, en el Parque Astronómico de les Muntanyes de Prades i el Montsant y en el Parque nacional d'Aigüestortes i Estany de Sant Maurici.

Otros lugares que han solicitado la obtención del certificado son el Observatorio de Pujalt y el Hotel de la Cala Jóncols, en el parque natural del Cap de Creus. Si bien existen un sinfín de lugares, en el campo, en lo alto de colinas, pueblos o incluso en los tejados de los edificios en los que se pueden dar las condiciones óptimas para la contemplación de tan espectacular lluvia de meteoros.