Un blanco impresionante recibe a sus comensales. También algunas pinceladas de rojo. Estos son los colores del Lluritu, el restaurante de dos famosos actores catalanes que causa sensación en Barcelona.
Sus platos han conquistado tanto que ya han abierto un segundo local, el Lluritu 2, y, desde hace unas semanas sirven un vermut de lujo en uno de los hoteles de mayor lujo de la capital catalana, el hotel Ars.
Los platos
El truco de este restaurante de las estrellas está en el producto que ofrecen. Se trata de una marisquería que ofrece platos a precios modestos. Ellos mismos aseguran que son “de gama media”, pero es que su voluntad es hacer que los mariscos y pescados dejen de ser exclusivos.
No hacen virguerías culinarias. Sus platos estrellas son los mejillones a la brasa, las navajas, las nécoras o las gambas. Todo ello en su jugo, algunos de ellos con un toque picante. Lo importante es que el producto luzca en el plato y conquiste el paladar.
La experiencia
Lo cierto es que lo han logrado. Prueba de ello es esta nueva colaboración con el hotel Ars y que la gente repite cada vez que va. Y no precisamente por saber quién hay detrás.
Sus fundadores no se han prodigado por televisiones y medios para hablar de esta aventura gastronómica, si les preguntan, hablan de ello, poco más. Lo que más gusta es su ambiente festivo, su espacio limpio y diáfano que invita a entrar y a conversar con los amigos, pareja y/o familia.
Quiénes son
Carlos Cuevas y Pau Roca tenían claro que querían un aire lúdico o, como reza su definición, "una marisquería desenfadada". Y lo han conseguido. Y, además, se han metido de lleno en el negociado.
Los actores, que se conocieron y entablaron una muy buena amistad en el rodaje de la serie Ventdelplà, siempre tuvieron claro que para este viaje necesitaban unos compañeros que supieran más que ellos. Y los tienen. Los empresarios del sector turístico y hostelero Gerard Belenes y Pol Puigventós.
Dónde es
Este cuarteto, junto con un gran equipo de sala y de cocina, consiguió levantar esta marisquería, blanca inmaculada y con toques rojos. Unas tapas de mar exquisitas que conquistas por su sabor.
Por eso, como es mejor probar que leer o escribir, lo más recomendable es ir a probarlo. Quién esté dispuesta, que se acerque al barrio de Gràcia o haga su reserva a través de la web. Y si alguien quiere unas copas y música en vivo o incluso un poco de espectáculo, ellos mismos tienen La Muriel.