Barcelona gana un nuevo espacio gastrocultural en el corazón de Gràcia

Barcelona suma un nuevo espacio gastrocultural en pleno barrio de Gràcia. A principios de noviembre abrirá sus puertas Plan B Culture Club de la mano de Isidoro Andaluz, un veterano empresario del ocio nocturno. El proyecto se ubicará en el edificio anteriormente ocupado por Microteatre Barcelona, en una de las esquinas de la plaza de la Virreina.

La propuesta reducirá el peso de la dramaturgia en favor de una fusión entre música y gastronomía, con hincapié en un bar de vinos y cócteles. En conversación con Crónica Global, Andaluz explica que Plan B acogerá espectáculos de "música en vivo, monólogos, exposiciones y todo tipo de eventos”, que se complementarán con la restauración.

Eclecticismo de nivel

El local tiene 300 metros de superficie repartidos en dos plantas y un aforo de 100 personas. Su horario de apertura arrancará a las cinco de la tarde y se extenderá hasta la 1.30 entre semana y las 2.30 en fines de semana. Por las mañanas se aprovechará el inmueble para realizar actividades de mutuo acuerdo con entidades culturales del barrio.

Andaluz detalla algunas de las actividades, a razón de una o dos diarias, que podrán disfrutarse en el espacio: "Queremos atraer a un público a partir de unos 30 años que quiera probar un maridaje entre vino y ópera o vino y dj, ver una exposición en el piso superior y catar nuestros cócteles de autor".

Un eclecticismo cultural marcado por el sello personal (y de calidad) del gestor, que ha sido promotor o director de salas de ocio como Distrito Distinto, Fibra Óptica, Otto Zutz, Barsalles, Atlántida en Sitges, y Amnesia y Blue Marlin en Ibiza.

Socios del proyecto

El empresario, que fungirá como director de Plan B, no está solo en su aventura. Andaluz se ha rodeado de cuatro socios que asumirán distintas responsabilidades: Anna Solé --su pareja, enóloga--, Carlos Romo, Raúl González y Moti Botnaru.

Por otro lado, el cambio de propiedad del local se ha ejecutado en tiempo récord. A finales del verano, el promotor compró la asociación cultural que anteriormente regentaba el microteatro. Se hizo con las licencias de explotación y conservó el nombre del recinto. Las obras empezaron en agosto y siguen a pleno gas para dejarlo todo listo en unas semanas.