El secreto mejor guardado de los catalanes está en la Costa Brava (y no es una de sus playas)
Situado en un epicentro del Empordà, este símbolo con marcado carácter sexual sorprende a sus visitantes
20 septiembre, 2023 11:15Noticias relacionadas
Siempre se ha considerado a Cataluña como un pueblo austero. Alardear y presumir parece estar más visto, por eso, en pleno siglo XXI todavía se guardan algunos secretos para ellos.
No hablamos de intimidades personales, aunque pueda parecerlo, sino de vestigios, rincones, lugares, objetos que son muy preciados, valorados o que poca gente conoce. Entre ellos, hay uno que destaca y sorprende a partes iguales: el pene de la suerte.
Privilegiada ubicación
Esta figura fálica se encuentra en un lugar idílico, en medio de la Costa Brava. Entre playas paradisiacas y paisajes de una belleza increíble, se encuentra este particular falo que, durante siglos, fue muy preciado.
No es fácil de encontrar, a pesar de que se halla en un lugar muy conocido, Sant Martí d’Empúries. Allí, en la antigua ciudad greco-romana se encuentra esta figura, para despiste de muchos y sorpresa de otros.
Da la bienvenida
Si bien es cierto que de los vestigios de esa época apenas quedan las ruinas de sus casas, templos y baños, los mosaicos del suelo destacan por su belleza y su buen estado de conservación. Claro que el ¿objeto? del que hablamos está algo más disimulado.
A la entrada de la antigua ciudad, en el lado derecho de la puerta de la era romana, hay una piedra que destaca por encima de otras. A media altura, sobresale la forma de un pene humano que deja a quién lo ve completamente perplejo.
¿Por qué hay un pene allí?
No se confundan. Empúries no era como la Ámsterdam romana, al contrario. Su nombre viene del griego Emporion que significa comercio. Esta ciudad fue capital de los intercambios de bienes y alimentos entre los pueblos del Mediterráneo. Por eso, no siempre se entiende qué hace allí un pene.
La explicación es más sencilla y menos porno de lo que parece. En la tradición romana el atributo sexual masculino era símbolo de fertilidad y, por tanto, de prosperidad, suerte y buenos augurios. De allí su presencia.
La tradición es lo que importa
Que esté en la puerta, que se mantenga presente y que esté situado a media altura, a la altura de todos tampoco es baladí. Para muchos, la figura de un falo también servía para alejar el mal fario. Por eso, antes de entrar, eran muchos los que tocaban con la mano ese pene, para que les trajera buena suerte.
A día de hoy, esta historia se explica a los visitantes de Empúries. Tocarlo se hace con más prudencia, es un elemento arquitectónico arqueológico y que habla de la historia de Cataluña. En cualquier caso, son pocos los catalanes que desconocen de su existencia. Por eso, sigue siendo uno de los secretos mejor guardados.