Las lágrimas de San Lorenzo ya pasaron. Fueron el 10 de agosto. Pero continúa un fenómeno que ya se ha popularizado, las Perseidas. Esa lluvia de estrellas que atraviesa el cielo desde mediados de julio hasta finales de agosto y que este año tienen su punto álgido la noche del 12 al 13 de agosto.
En Cataluña no va a ser menos, además, el tiempo acompaña. Calor, cielos despejados y rincones naturales alejados de la civilización para detectar el paso de los astros. Claro que antes, es mejor explicar de qué hablamos.
Qué son
Por mucho que se hable de lluvia de estrellas, técnicamente no es ni eso. Se trata de granos de arena que entra la atmósfera procedentes del paso del cometa Swift-Tuttle. Un cometa que, se sospecha, puede impactar con la Tierra.
Descubierto por el japonés Tsuruhiko Kiuchi, tiene una órbita muy elíptica en consonancia con Júpiter, pero que si sigue girando de aquí a más de dos milenios podría impactar con el planeta. Mientras eso no pasa, los granos de los que se desprende a su paso por la esfera terrestre dejan un espectáculo digno de admirar.
Dónde verlo
Durante una noche se pueden ver pasar más de una decena de estos granos de arena que devienen luminosos al pasar por nuestra atmósfera. El problema principal es que: una, es impredecible saber en qué momento exacto verlos y, dos, la cantidad de contaminación lumínica existente hacen muy difícil verlo con claridad.
Lo mejor es ir a un punto elevado, a poder ser de la montaña, alejado de cualquier núcleo urbano y pasar allí la noche. En calma, sin prisa, con la vista puesta en el cielo y dejarse sorprender.
Lugares concretos
Cada uno conoce los lugares idóneos de su población para verlos, pero para los que necesiten pistas, aquí va una lista de varios puntos de Cataluña donde observar con claridad las Perseidas.
Barcelona
Dentro de la ciudad está difícil ver nada. Como mucho uno puede irse a Collserola, pero en la provincia hay otros espacios. En el mismo parque natural que llega a Barcelona, se encuentra en la Baix Llobregat, entre Sant Feliu y Molins de Rei, Santa Creu d'Olorda.
Más alejado de la capital catalana está otro rincón perfecto para ir en cualquier época del año. Se trata del Turó de l'Home, en pleno Parque Natural de Montseny. Lejos de las luces de la ciudad.
Lleida
Obviamente con los Pirineos al lado esta provincia se convierte en un paraíso para el avistamiento de estrellas. Un lugar icónico es el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici. A más de 2.000 metros de altura, entre lagos y animales, todo se ve mejor.
Pero a veces no hace falta irse tan arriba. A pocos kilómetros de Lleida y casi en frontera con Aragón está la sierra del Montsec que cuenta, además, con un parque astronómico. Poco más se puede pedir.
Girona
Más allá de las montañas y grandes picos también se puede observar el cielo en su inmensidad con los pies en remojo. La Costa Brava cuenta con diversas calas ocultas, alejadas del ruido y la civilización y con acceso por el camí de Ronda. Así aparecen nombres como la Cala Estreta de Palamós o cualquiera de las del Cap de Creus.
Un poco más urbanizada es la opción del Mirador de Pedralta. Poco conocido y, por tanto, poco concurrido, y a tan sólo 35km de Girona. Entre Sant Feliu de Guíxols y Santa Cristina d’Aro.
Tarragona
La provincia perfecta para el eterno debate mar o montaña. Claro que teniendo en cuenta lo que duran las Perseidas se puede optar por los dos en días distintos. Por un lado, el Parc Astronòmic de les Muntanyes de Prades reúne todas las condiciones para el avistamiento.
Por otro lado, una de las playas más increíbles de Cataluña, la del Trabucador se convierte en ideal. Frente al Mediterráneo, rodeado de arrozales y las aguas del delta del Ebro.