6,5 km de largo, 500 metros de largo, una ubicación increíble y un faro que la hacen digna de postal. Así es una de las playas más bonitas que se encuentran en la costa de Tarragona.

Llegar hasta allí es de lo más sencillo y bucólico. Los últimos kilómetros hasta llegar hasta allí en coche atraviesan el parque natural del Delta Del Ebro, con las estampas de los arrozales a ambos lados de la carretera y una riqueza de flora y fauna ideal para los amantes de la naturaleza.

Cómo llegar

El camino más sencillo para llegar en vehículo propio es salir por la autopista AP-7 en L’Ampolla y de allí tomar la carretera TV-3451 hasta nuestro destino: la playa del fangar.

También se puede llegar en transporte público hasta la citada ciudad y emprender desde allí una ruta a pie, pero se debe estar muy preparado. Son más de 17 km y cerca de 3,5 horas de camino. Obviamente, ir en barco es lo más fácil.

Playa del fangar GOOGLE

Inicio del camino

Aviso para navegantes. El uso del coche termina en un punto clave, el restaurante Los Vascos. A partir de allí, arranca una ruta a pie de 3,5 km hasta un faro, en que las aves abundan y el viento puede soplar muy fuerte.

Ir contra el fuerte aire que corre merece la pena cuando uno mira a su alrededor. Al lado derecho, todo el Mediterráneo se extiende hacia el horizonte. A la izquierda, dunas y vegetación extraordinaria.

Tranquilidad

Que no se preocupen los que no están preparados para subir pendientes. Las dunas están protegidas y todo el camino hacia el faro es completamente plano. Y siempre está el mar para refrescarse si uno se cansa. El Mediterráneo allí es tan tranquilo que parece una piscina.

Por último, una recomendación. Si se quiere la foto de postal, lo más aconsejable es acudir al atardecer. Los colores del cielo, el reflejo del sol en el mar y los tonos de la arena y la vegetación son de otro mundo.

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El faro

Cabe matizar también que la playa está abierta todo el año, también para perros, que pueden campar a sus anchas. Claro que, si uno quiere tranquilidad, nada mejor que ir en otoño o primavera.

¡Ah! Y sobre el faro. Le da el toque mágico, de película, pero no se puede visitar. Aunque con las impresionantes vistas que hay a pie de playa, poco importa.

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