Bola de la lotería de Navidad / EP

Bola de la lotería de Navidad / EP

Curiosidades

La vida de una familia cinco años después de que le tocaran 7 décimos del Gordo

El premio pilló a un miembro de la familia en el trabajo y a otro en el notario firmando la compra de una casa

22 diciembre, 2022 10:41

Muchas personas desean que les toque la lotería de Navidad. Hay que ir con cuidado, porque entre lo que se queda Hacienda, cubrir agujeros y deseos locos que uno tiene, no se puede lanzar muchos cohetes. O sí. En todo caso, nada mejor que escuchar la voz de la experiencia.

A lo largo de varias décadas han sido muchos los afortunados, uno de ellos fue Luis, que, el 22 de diciembre de 2017, fue a trabajar como cada día y al llegar a la oficina alguien le comentó que había caído el Gordo en Málaga, de donde es él y su familia.

Primera reacción

El trabajador tenía apuntado en un papel los números que había jugado, la consultó y no dio crédito. “No sabía cuánto jugábamos, si era compartido, si era una participación o qué, así que con una sensación muy rara en el cuerpo, llamé a mi mujer, también preparado para que me dijera que la chuleta estaba mal escrita o algo”, confesaba Luis a la Cadena SER.

Su esposa, María, no sólo le confirmó que era cierto sino que entre su familia y la política tenían un total siete décimos, lo que sumaba un premio de 2.250.000 euros. Luis salió corriendo del trabajo y fue "escopetado" hacia su casa.

Ir al banco

Ante la duda y el miedo fueron rápido al banco a cobrar el dinero, pero era demasiado pronto. Lo pasaron mal, porque ese día se iban de viaje aprovechando las vacaciones de Navidad.

Fue María quien había comprado un décimo de lotería en el trabajo y, como todos los años, le ofreció a su familia, propia y política, si querían comprar más. En total le encargaron seis boletos, el último su suegro, que tardó un poco más en decidirse. 

Compras y acciones

Con el premio cada uno hizo lo que más o menos pudo. Uno de los afortunados de la familia había firmado la compra de una casa durante el sorteo. “No canceló la firma pero salió del notario más a gusto que un arbusto y luego se llevó a todos sus amigos a un privado de Pachá”, revelan.

Otro hermano optó por algo un poco más ostentoso, comprarse una lancha y varios se juntaron para invertir parte del premio "en temas inmobiliarios”. La mayoría, confiesan que no lo gastaron en grandes extravagancias. Todos siguen con sus trabajos porque "un premio así no te retira ni mucho menos" admiten, "pero bien administrado te facilita la vida enormemente”, señalan. ¿Grandes cambios? Pocos, “sobre todo, la tranquilidad de tener un desahogo", concluyen.