El pan de remolacha está de moda gracias a estos beneficios saludables
Este tipo de alimento es especialmente recomendado para aquellas personas que hacen ejercicio de manera regular
30 diciembre, 2021 14:20Un gesto tan sencillo y cotidiano como comprar el pan cada día puede resultar "algo" complicado si hay que elegir entre las numerosas variedades que hoy en día se pueden ver en los mostradores de las panaderías hechas con distintas harinas o ingredientes. Y una de las que más sorprenden a simple vista, por su color entre rosa y morado, es el pan de remolacha. No solo se trata de una nueva especialidad de la gastronomía, sino que este pan tiene numerosas propiedades saludables. Además, se trata de un ingrediente que está en plena temporada.
Unas buenas noticias, en parte gracias, a esa remolacha, considerada ya un superalimento desde un punto de vista nutricional. Un vegetal que aporta muy buenas noticias tanto para el interior como para el exterior del cuerpo (como ocurre con el aspecto de la piel) y que, sobre todo, se recomienda en el caso de aquellas personas que son deportistas y hacen ejercicio de manera regular.
Un bocado de salud
Entre los numerosos beneficios para la salud de este tipo de pan hay que mencionar su ayuda a la hora de limpiar el organismo ya que la remolacha contribuye a depurar el sistema circulatorio y el hígado, gracias a su alto contenido en nitrato. De la misma manera, previene la retención de líquidos por su composición en potasio. Un mineral que también resulta aconsejable en casos de hinchazón y pesadez de estómago. Algo que también favorece el hecho de que la remolacha sea rica en fibra por lo que evita problemas de estreñimiento y de colesterol en sangre.
Una lista de buenos deseos para el organismo que no acaba aquí. Este pan especial es un buen aliado para el sistema nervioso, ya que su contenido en vitaminas del grupo B (como la B9), así como en folato y magnesio facilitan el correcto funcionamiento de músculos y nervios. Otra de las vitaminas de su composición, la C, es que ayuda a la absorción del hierro presente en esta verdura por lo que resulta ideal para prevenir estados de anemia. Por último, este alimento es antioxidante y previene el riesgo cardiovascular, además de las enfermedades degenerativas.
Aliado de la silueta y la belleza
Los que estén siguiendo una dieta baja en calorías pueden comer este tipo de pan sin problema alguno ya que tiene un bajo contenido calórico. Por cada 100 gramos de esta hogaza, se ingieren solo 43 calorías. Por tanto, resulta un acompañamiento ligero y saludable para el resto de la comida.
Por si fuera poco, el ingrediente principal de este pan resulta todo un aliado para la belleza ya que al contener silicio esto se traduce en una mejora del aspecto de la piel, el cabello y las uñas. Por último es importante mencionar que esta variedad de pan de color morado es muy aconsejable para los deportistas ya que su consumo se asocia con una mejora de la resistencia y la energía, además de aminorar la fatiga que viene tras un esfuerzo físico considerable. Y todo gracias a su aporte de fibra, carbohidratos, vitaminas y minerales de todo tipo. Un alimento fitness en toda regla.
Receta casera
Pero si uno no encuentra esta variedad de pan en su panadería habitual o quiere hacer su propio pan en casa, siempre se puede ser esta sencilla receta. Para empezar, hay que tener a mano los ingredientes necesarios para hacer esta elaboración y que no son otros que levadura, harina integral, remolacha cocida, miel, bicarbonato, sal gruesa, jengibre en polvo, mantequilla y aceite de oliva. El primer paso es colocar en un bol la mitad de la levadura, la miel, el bicarbonato y la sal. A esto se añade también la mitad del líquido resultante de cocer las remolachas.
Se mezcla todo bien para, más tarde, echar un poco de harina hasta que quede una masa densa. Esta se tapará con un trapo húmedo y se dejará reposar durante una hora. Mientras tanto se pica la remolacha cocida y se tritura. Por último, se coloca en otro recipiente el resto de la harina junto con el resto de la levadura y se agrega a la masa anterior fermentada junto con el aceite, el jengibre y el puré de remolacha. Finalmente, se amasa a mano y se pone en un molde previamente engrasado en mantequilla para introducirlo en el horno a 160ºC durante 40 minutos.