Ahora se pueden conseguir unos abdominales de hierro, además del mejorar el resto de la silueta, tan solo usando una pelota gigante de plástico. Es el entrenamiento conocido como fitball y que se puede hacer en casa usando tan solo este material (que suele medir entre 30 y 100 cm cuando está repleta de aire) y sin que sea necesaria una preparación o condición física previa para realizarlo.
Para conocer el origen del fitball como ejercicio hay que irse hasta la década de los 70 cuando se creó un programa terapéutico y de rehabilitación específico que lo que servía era para mejorar ciertas dolencias y lesiones musculares con el empleo de una pelota de grandes dimensiones. Una esfera que todos aquellos que sean amantes del pilates o del yoga conocerán de sobra y que poco a poco se ha ido incorporando en los gimnasios y entrenamientos personales para tonificar y moldear el cuerpo.
Los beneficios del fitball
Sin demasiado esfuerzo, en poco tiempo y con constancia se pueden lograr algunos de estos resultados (sobre todo si además se acompaña esta rutina deportiva de una alimentación sana y equilibrada). Así pues y gracias a esta pelota y a los movimientos que se hacen usándola como apoyo se consigue corregir ciertas posturas corporales, se mejora tanto el equilibrio como la coordinación y es una gran aliada cuando se trata de aliviar molestias de espalda ya que mantiene los discos vertebrales oxigenados.
Este tipo de ejercicios no solo permiten moldear la cintura, sino otras partes del cuerpo. Por si fuera poco, sirve para practicar ciertas técnicas de relajación sobre este balón hinchable y resulta muy útil para las embarazadas a la hora de ejercitar toda la zona de la musculatura inferior sobre todo en el momento previo al parto cuando comienzan las contracciones.
¿Quién puede practicarlo?
Este tipo de entrenamiento es apto para todas las edades y condiciones físicas ya que solo es necesario adaptar los diferentes ejercicios y movimientos a las necesidades y al nivel de forma que tenga cada uno. Eso sí, al principio y si nunca se ha tenido contacto con este tipo de pelota de goma es mejor dejarse guiar por un profesional. De la misma manera, este experto también indicará cuál sería el tamaño adecuado según la talla de cada usuario para no hinchar la pelota al máximo o que esta esté poco firme.
En cuanto al lugar para practicarlo, no es necesario apuntarse a un gimnasio para disfrutar de las bondades de este ejercicio físico. Basta únicamente con comprarse una pelota de estas características, en cualquier tienda de deporte, y acondicionar en casa un espacio relativamente amplio para que el balón se pueda mover con facilidad.
Ejercicios para la espalda
Si la idea es comenzar a practicar este ejercicio físico con el fin de estirar la espalda y mejorar algunas molestias un movimiento de rotación de la columna sobre la pelota puede ayudar mucho en este sentido. Con esto en mente lo que hay que hacer es sentarse sobre el balón ya hinchado y levantar los brazos hacia delante dejándolos a la altura del pecho. La columna en todo momento se mantiene recta para no hacerse daño y se mueven los brazos hacia la derecha y luego hacia la izquierda sin bajarlos. Se repite esto mismo 5 veces a cada lado.
Otro movimiento recomendable en este caso pasa por, desde una posición de sentado, mover los pies hacia adelante al mismo tiempo que el cuerpo se deja caer con cuidado y lentamente hacia atrás para tumbarse sobre la pelota. Intentado guardar el equilibrio, a continuación lo que se hace es levantar los brazos por encima de la cabeza y estirar las rodillas para formar como un arco sobre la pelota. El último paso es mover la esfera con la columna para ir estirando esta zona.
El entrenador en casa
Los que, por otro lado, deseen animarse con el fitball para mejorar su tonificación y su silueta, estos son algunos de los ejercicios que pueden ir realizando a medida que se coge confianza con la pelota. Una de esas pautas es colocar los pies juntos sobre el fitball y apoyar las manos en el suelo en posición de flexión. Manteniendo el equilibrio se llevan las rodillas, con cuidado de no caerse, al pecho mientras se flexionan las piernas y el balón va girando a la par. Es bueno repetir este gesto varias veces ya que servirá para trabajar la zona del abdomen.
Y si la idea es ejercitar la zona de los glúteos y los femorales, la persona se coloca en el suelo mirando al techo mientras las piernas se colocan sobre la pelota. Una vez hecho esto se eleva la cadera, sin mover los pies del balón, mientras se va notando cómo se contre esa parte baja de la espalda y la zona de las piernas. Se sube y se baja la cadera varias veces para completar este ejercicio.