Las startups catalanas también sufren el Covid-19 y temen quedarse fuera de las ayudas
Grandes y pequeñas empresas del ámbito tecnológico tienen miedo a que la financiación no llegue a todas ni con la rapidez deseada
6 abril, 2020 00:00La crisis sanitaria del coronavirus, como cualquier otra crisis, no afecta a todos por igual. Algunos salen mucho más golpeados, emocional y financieramente. El Gobierno que lidera Pedro Sánchez ya ha anunciado algunas líneas de liquidez para que este bache sea menos profundo. Sin embargo, las startups ya alertaron al Ejecutivo de que no se olvide de ellas en el reparto y en la inyección de financiación. También tienen que sobrevivir.
Pero, en concreto, ¿cómo afecta el Covid-19 al ecosistema tecnológico catalán y qué le piden a Sánchez? “Las compañías que se dedican al sector del gaming, educación o el streaming se han visto menos afectadas, porque se han convertido en elementos clave en tiempos de confinamiento, pero las que están enfocadas en otros ámbitos como el de la movilidad, el inmobiliario o la venta con operaciones físicas, esas sí que lo han notado”, detalla a Crónica Global el presidente de Barcelona Tech City, Miguel Vicente.
Rondas congeladas
Asimismo, la startups tienen una dinámica muy particular. Funcionan, como apunta Vicente, con ampliaciones de capital que se producen, por lo general, cada 12 o 16 meses. “Aquellas startups que habían cerrado una ronda de financiación hace unos seis meses todavía cuentan con una buena tesorería para aguantar, pero las que esperaban cerrar una en breve lo tiene peor porque los grandes fondos van a apoyar a las compañías en las que ya estaban presentes, en lugar de invertir en nuevas”, matiza Vicente.
Eso mismo le ha ocurrido a la startup Acqustic, fundada por Esteve Lombarte, que se dedica a impulsar la carrera musical de varios artistas. “Seguimos haciendo conciertos, pero en streaming, así como lanzamientos en plataformas como Spotify y Apple, pero la monetización de todo eso es prácticamente nula”, explica Lombarte.
La compañía ha tenido que aplicar un expediente de regulación de empleo temporal, los conocidos ERTE. Esta startup ha cumplido tres años y la última ronda la cerró el pasado verano. Fue de 650.000 euros. “Teníamos previsto abrir otra nueva ronda de dos millones de euros, pero ahora todo se ha pospuesto”, asegura. “El ERTE genera algo de alivio, pero habría que alargarlo más allá de lo que dure el estado de alarma. Las ayudas están bien , pero tiene que ser ahora más ágiles”, añade.
Movimientos reducidos
ByHours y Housfy son otras startups catalanas que se han visto muy afectadas por esta crisis. ByHours se dedica a las reservas de microestancias y trabaja con más de 3.000 hoteles, con España, Italia, Alemania y Colombia como sus principales mercados. La compañía confiesa que ha perdido más del 70% de su mercado y el que sobrevive es porque en algunos lugares el confinamiento no es tan restrictivo, aunque tiempo al tiempo. La firma optó primero por una reducción de jornada del 20%, pero ahora ya se ha acogido a un ERTE para la plantilla de Barcelona, compuesta por unas 40 personas.
En cuanto a Housfy, Alberto Bosch, el CEO de la startup, lamenta que no se pueden realizar visitas y las ventas de pisos son ahora una misión imposible. “Si España quiere liderar esta revolución digital tendrá que ayudar. El Estado no tiene que financiar las startups, pero sí facilitar e impulsar que los fondos de inversión sigan apostando por la empresas españolas”, remarca.
Una apuesta de futuro
Por otra parte, desde Tiendeo insisten en que esta crisis afecta a las startups de la misma forma que al resto de empresas. “Son momento difíciles, pero contamos con la ventaja de ser más ágiles adaptándonos al nuevo entorno”, señalan fuentes de la empresa. Si embargo, hacen hincapié, como otras, en que haya más flexibilidad a la hora de aplicar un ERTE en estos momentos para poder reaccionar rápido a la falta de actividad e ingresos.
En el caso de Signaturit, que se dedica a las firmas electrónicas, el teletrabajo ha impulsado su negocio. El uso de este servicio se ha disparado por encima del 200% durante la crisis. Aunque recuerda que el ecosistema ha quedado gravemente afectado. “Las startups representan miles de puestos de trabajo, el camino hacia el futuro, y ahora más que nunca necesitamos que se apueste de verdad por ese futuro”, señalan desde la firma.
Adiós a las startpus que menos crezcan
Elma ha apostado por ayudar y arrimar el hombro en estos momentos difíciles. Basada en seguros de salud digitales, la compañía ha optado por crear un centro de atención sanitario online poniendo un equipo de 15 profesionales a disposición de las personas que lo necesiten para hacer consultas gratuitas y no saturar el sistema sanitario. No obstante, el ciclo de ventas de seguros está parado.
“Lo bueno de todo esto es que la gente empieza a entender la telemedicina. De momento, no hemos recortado plantilla y todo el mundo está trabajando mucho. Pero si no hay ventas, ingresos, ni financiación, no hay forma de sobrevivir. Da igual de dónde proceda la liquidez, pero tiene que llegar. Lamentablemente, caerán y desaparecerán las startups que menos crecimiento tengan”, detalla Miguel Ángel Antón, fundador.
Incluso Glovo, que está considerada un unicornio, está preparando un ERTE. La compañía sigue operando, pero asegura que aproximadamente el 50% de los restaurantes asociados a la app han cerrado sus negocios, aunque han aumentado un 60% los pedidos de parafarmacia. Desde Glovo piden apoyo legislativo y un impulso económico a los instrumentos de financiación que ya existen.