Dos millones de personas usan el bus turístico de Barcelona al año. Este servicio cuenta con un parque móvil de 77 autobuses, según los últimos datos aportados por Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). ¿Pero cómo podrían mejorar los tours turísticos con las redes de quinta generación o 5G?
Imagina subirte a un autobús turístico y ver en una pantalla información e imágenes sobre la ciudad que visitas superpuestas al paisaje que admiras. Y no sólo eso. Que esas imágenes apareciesen a medida que avanzas por los puntos estratégicos de la metrópoli, detectando dónde te encuentras en cada momento y qué detalles necesitas saber. Parece una escena sacada de una película tipo Matrix, pero no lo es. Se trata de una de las posibles soluciones que podría traer la tecnología 5G.
Un piloto
En concreto, estas pantallas ofrecerían contenido geolocalizado --descargado en tiempo real-- con datos sobre los edificios, monumentos y otros lugares de interés que fuéramos viendo desde el asiento del autobús. Y no sólo eso. Además, las pantallas podrían ser interactivas. Es decir, se le daría al propio usuario la capacidad de navegar por las diferentes opciones que se ofreciesen en dichas pantallas.
Aunque esto pueda parecer el futuro, servicios de este tipo están a la vuelta de la esquina. En Barcelona, por ejemplo, ya se ha creado un piloto o primer proyecto de realidad aumentada 5G que demuestra esta ventaja concreta de las nuevas redes. Con el expertise de la productora Mediapro, las redes de Telefónica y la flota de TMB, se ha podido experimentar y hacer realidad este caso de uso que saca a la luz parte del potencial de las nuevas tecnologías aplicadas al sector turístico.
Sin embargo, la mala noticia es que esta experiencia todavía no está disponible para el común de los mortales.
Experiencias más inmersivas
La red 5G está pensada para mejorar todo tipo de sectores, disciplinas, industrias y, en general, la vida de cada individuo. Así, cuando esta conectividad revolucionaria y veloz llegue y se meta de lleno en nuestro día a día, podremos subirnos a un autobús turístico, por ejemplo, y aprender más acerca del lugar que estamos visitando, pero de una forma actual, moderna y próxima al usuario.
Y lo mejor de todo es que, con este tipo de servicios, el usuario, lejos de alejarse de la realidad, disfrutará de un tipo de experiencia más inmersiva con el entorno, ya que mientras esté observando las maravillas de Barcelona, por ejemplo, también podría aprender más, al mismo tiempo, sobre ellas sin alienarse del mundo que le rodea.
Una nueva realidad
Los televisores que hay en algunos autobuses y que muestran cierta información, e incluso dan una pincelada de la actualidad, van quedándose, con el tiempo, obsoletos. Es un servicio que hace su función, pero que no requiere de la participación del usuario. El pasajero no se involucra y es un mero receptor pasivo.
Esta situación, no obstante, cambiará con las redes 5G. O eso se espera.