El coronavirus o covid-19 se ha cobrado más de 2.000 vidas, de momento, y los casos ya no sólo afectan a China, sino que se expanden por varios países, también en occidente. España ya cuenta con algunos casos detectados. Pero ¿cómo responden a esta amenaza las tecnológicas? La verdad es que ha habido reacciones para todos los gustos.

En el caso de Amazon, por ejemplo, fuentes próximas a la compañía explican a Crónica Global que han pedido a los empleados que no viajen a --y desde-- China si no es por "motivos críticos" y que las operaciones, por suerte, “no se han visto afectadas”. Pero, por precaución, el gigante del e-commerce trabaja con sus proveedores para “tener inventario adicional” y contar con suficiente stock de los productos que más demandan los clientes.

Empresas asiáticas

Por otro lado, desde la firma china Xiaomi insisten en que el negocio internacional se mantiene “sano y activo”. “Las fábricas asociadas a la compañía están situadas en distintos lugares de China, por lo que no se concentran en una región específica. Se ha llevado a cabo una revisión exhaustiva de la evolución de la cartera de productos y, en este momento, los retrasos en los proyectos son mínimos y manejables, dando prioridad al suministro”.

Realme, que ha presentado esta semana nuevos dispositivos, detalla que, después de la cuarentena obligatoria para todas las plantas que declaró el Gobierno chino, su fábrica estuvo cerrada unas semanas pero que desde el día 10 de febrero funciona con normalidad. “La compañía permanece en todo momento atenta para atender las recomendaciones del Gobierno chino, el español y la Organización Mundial de la Salud (OMS)”. Esto mismo responden también otras grandes marcas de la talla de Samsung y Huawei. Aseguran que están monitorizando la situación y siguiendo las pautas y los protocolos en los países en los que operan. Samsung subraya, además, que está intentado minimizar el impacto en sus operaciones, aunque no entra en detalles de cómo lo está haciendo. 

Reapertura progresiva de tiendas

Apple es otra de las tecnológicas que ha sido víctima del coronavirus. La firma estadounidense ha confesado que “el suministro mundial de iPhones se verá restringido temporalmente” porque algunas fábricas, aunque han reabierto, están teniendo dificultades para retomar el ritmo habitual. Asimismo, la empresa está apostando por reabrir poco a poco las tiendas que se han visto afectadas por el avance del coronavirus en China respetando las medidas de seguridad. Algunos establecimientos de la compañía han tenido que bajar la persiana y otros han reducido el horario.

“Nuestras oficinas corporativas y Centros de Contacto de China están abiertos y nuestras tiendas online no han cerrado en ningún momento”, matiza Apple. La marca ha reconocido, sin embargo, que las restricciones de suministro de sus teléfonos afectarán temporalmente a los ingresos de la gigante a nivel global. “Apple tiene en China un mercado emergente muy potente y si el país vive en un situación complicada es posible que eso merme sus resultados, pero tampoco podemos descartar, en estos casos, una estrategia comunicativa para justificar malas cifras con la coartada perfecta del coronavirus”, detalla a este medio Ferrán Lalueza, profesor de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) y experto en comunicación de crisis.

Planes de contingencia

Que el coronavirus tendrá un impacto en la economía de varios países no cabe duda, según Lalueza, quien insiste en que estas grandes empresas cuentan con planes de contingencia para situaciones excepcionales como ésta."Igual no contemplan todas las casuísticas, pero con certeza si algunas plantas se ven afectadas por cualquier motivo saben cómo actuar", señala. Es muy posible, por otro lado, que no los quieran compartir ni desvelar. “Estamos ante una situación muy cambiante y es normal que las empresas no quieran mostrar sus cartas a la competencia, de la misma manera que algunas se muestran más cautas a la hora de explicar los impactos del coronavirus para que otras no saquen una ventaja de ello”, añade Lalueza. 

La fabricación de las tecnológicas, por norma general, se concentra, en gran parte, en China. Además, recuerda Lalueza, el sector techie tiene un elemento diferencial. “La tecnología evoluciona a una velocidad de vértigo por lo que el stock de algunas marcas tiene una vigencia limitada porque constantemente se lanzan nuevos productos. Si la fabricación y distribución se ve afectada eso tiene un impacto relevante, por eso tienen que reaccionar rápido”, concluye.