San Fermines, 1957-60, uno de sus trabajos más icónicos

San Fermines, 1957-60, uno de sus trabajos más icónicos Ramón Masats

Creación

Pepe Font de Mora: "Masats era un tipo estupendo al que había que aguantarle los silencios"

Foto Colectania homenajea la figura de Ramón Masats con una extraordinaria muestra que reúne fotografías de época nunca expuestas y una selección de imágenes inéditas revisadas por el propio autor

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Ramón Masats (Barcelona, 1931-Madrid, 2024) es de sobra conocido. A decir verdad, podría decirse que es uno de los grandes maestros de la fotografía del pasado siglo y el más influyente de su generación. Su trabajo ha conquistado a varias generaciones, rendidas a su creatividad, su intuición y a su ironía. Una impronta que solo unos pocos, los mejores, dejan en la historia.

Por eso, cuando preguntamos a Pepe Font de Mora, comisario de Ramón Masats, el fotógrafo silencioso, sobre cómo se gestó la muestra, responde que en realidad fue de una manera muy sencilla, “hay grandes fotógrafos que siempre merecen una exposición”.

A esta razón de peso se sumaron, además, otras dos circunstancias determinantes, primero la numerosa obra del autor presente en la colección de Foto Colectania y, segundo, el hecho de que hacía demasiado tiempo que no se había expuesto en Barcelona capital.

La selección, el sueño de cualquier comisario

Bajo estas premisas, la exposición brinda una nueva mirada, una revisión excepcional, sobre uno de los grandes clásicos de la fotografía, con imágenes inéditas y copias originales, tanto de su archivo como de los fondos de la propia fundación.

Un trabajo curatorial que, para Pepe Font, ha sido como un sueño de comisario porque ha contado con dos factores increíbles. “Ramón Masats es uno de los pocos fotógrafos que yo conozco de esta generación que, además de haber marcado las fotografías que le interesaban, haber publicado muchos libros y haber hecho muchas exposiciones, en los últimos años revisó, por ejemplo, su primera época hasta el año 65 con una exposición, Visit Spain, con Chema Conesa”.

Incansable y metódico, el artista catalán continuó revisando las copias y prácticamente todos los negativos (más de 900 hojas de contacto) de su archivo personal junto a su hija Sonia. Lo hizo hasta el final de sus días, creando así una suerte de selección de autor conformada por las imágenes que consideraba más interesantes. “Por tanto, hemos elegido a partir de las copias que él había producido y de los negativos que había escogido. De alguna manera esa sería la forma ortodoxa de revisar un archivo: ceñirse únicamente a lo que el autor da por bueno”.

Carmen Amaya fotografiada en Madrid en 1961

Carmen Amaya fotografiada en Madrid en 1961 Ramón Masats

Además de esta extraordinaria circunstancia, Font ha tenido el privilegio de contar para los textos con la excelsa documentación de la tesis doctoral de Jaume Fuster sobre la trayectoria de Masats. “Es una tesis magnífica de 400 páginas que explora en profundidad su obra”, además, precisa, contiene bastantes testimonios de sus contemporáneos y numerosas entrevistas con el propio autor. “Tenemos las fuentes directas tanto del texto como de la imagen”.

Intuición, retos y tópicos

Como suele ocurrir con los grandes maestros, la obra de Masats es reconocible e inconfundible. Su fotografía es pura y muy intuitiva, como la de Cartier-Bresson, uno de sus principales referentes. Y esa intuición extraordinaria, esa energía tan especial, ya latía en sus primeros trabajos, manteniéndose intacta a lo largo de toda su trayectoria. Al igual que el enfoque radical que vislumbra en los tópicos de la España franquista y que tamiza con su finísima ironía, una de sus señas de identidad.

“Masats, y así lo recuerdan muchos comisarios, se marcaba retos que fueran tópicos. Le encantaban los tópicos. Y ¿qué tópico más extremo que Las Ramblas de Barcelona para intentar darle la vuelta? Jaume Fuster tiene un término precioso que es ‘retorcer los tópicos’ para no quedarse en el estereotipo y además contar una historia diferente”.

Afrontar retos y retorcer tópicos para ponerse a prueba como profesional. Era su manera de aprender, de formarse, y validarse, en un oficio que le apasionaba. Así encaraba todos los proyectos, como el de los Sanfermines, desarrollado durante varios años y que abordó sin ningún tipo de documentación previa, “es de nuevo puramente intuitivo al escoger la temática”.

Fue precisamente este trabajo el que le abrió las puertas de la prensa de Madrid y el que le permitió cumplir uno de sus sueños: convertirse en profesional de la fotografía y trabajar para las mejores cabeceras de la época, como Gaceta Ilustrada, Arriba o el rotativo Ya. “Esto le sirvió de reconocimiento de que efectivamente iba por buen camino”.

Una generación excepcional

Para Font, Masats era un fotógrafo con un criterio muy claro respecto a lo que quería hacer. Era decidido y valiente. “Aun así, creo que le influyó mucho –y posiblemente fue la formación de muchos fotógrafos de esta generación– los grupos a los que perteneció. Es impensable un Masats, por brillante y genial que sea, sin la relación y sin las aportaciones, primero, de ese grupo estupendo, Terrè, Miserachs, Masats, formado a raíz de la Agrupación Fotográfica de Catalunya”.

Después, ya en Madrid, vendrían la Real Sociedad Fotográfica y el mítico colectivo La Palangana junto a Gabriel Cualladó, Paco Gómez o Francisco Ontañón, y posteriormente agrupaciones como Afal. “No tuvo una formación reglada pero fue lanzándose a los proyectos aprendiendo desde las agrupaciones”. Ese fue el revulsivo que alimentaba a toda esa generación que buscaba un nuevo tipo de fotografía, una fotografía renovada.

Imagen de Neutral Corner, una de sus series más emblemáticas, Madrid, 1962

Imagen de Neutral Corner, una de sus series más emblemáticas, Madrid, 1962 Ramón Masats

El “fotógrafo silencioso”

Decía Chema Conesa en la exposición Contactos que “Ramón Masats es un fotógrafo silencioso. Está empeñado en que el ruido no perturbe sus imágenes”. Es precisamente esta frase la que inspiró el título de esta espléndida muestra que, desde el próximo 16 de enero y hasta el 25 de mayo, permanecerá en la Fundación Foto Colectania.

Ramón Masats, el fotógrafo silencioso reúne un total de 140 imágenes de sus series más icónicas como la de Las Ramblas, casi una veintena del fotolibro de boxeo Neutral Corner o fotografías originales nunca vistas de Sanfermines y de sus primeros trabajos. Imágenes inéditas, reconocidos iconos y otras que para el comisario han sido “descubrimientos preciosos”, como las quince pequeñas copias vintage de Las Ramblas que él mismo había seleccionado y grapado, o una copia muy pequeñita de un hombre caminando por un barrio marginal, “en fotografía lo pequeño también es hermoso”.

Cuenta Pepe Font de Mora que Masats era “un tipo estupendo al que había que aguantarle los silencios (...) Sacarle un sí o un no ya era un logro, pero, a cambio, era absolutamente entrañable”. También alguien con las ideas muy claras, y “un gran disfrutador de la vida”, con un mordaz sentido del humor que convirtió en seña de identidad de su extraordinaria obra.