A Maria Lluïsa Latorre Casellas le han interesado siempre las mujeres que “dejaron huella” al pasar por este mundo. Mujeres con personalidad, polifacéticas y protagonistas de sus vidas, un poco como ella, nacida en 1961 en el pequeño pueblo de l’Esquirol (Osona), licenciada en Medicina y médico de profesión, pero también miembro de una banda de rock (Duble Buble), bailarina de ballet clásico, divulgadora cultural y escritora de libros, para lo que le ha sido de gran ayuda su carrera laboral. “Ser médico tiene una vertiente científica —ha de actuar con conocimiento contrastado y actualizado —pero existen muchas cuestiones que la ciencia no ha resuelto, y eso da la oportunidad a una vertiente en las que la intuición y la experiencia juegan un papel muy relevante”, asegura en su blog personal. Partiendo de la premisa de que cada individuo es único y genuino, “de que los médicos no valoran enfermedades, sino personas”, Latorre se metió entre ceja y ceja escribir una biografía cuidadosa sobre la condesa Erzsébet Báthory, una poderosa aristócrata húngara de principios del siglo XVII que pasó a la historia por una serie de crímenes motivados por su obsesión por la belleza, lo que le valieron el sobrenombre de “la Condesa Sangrienta”.
“Desde el siglo XVII hasta hoy, a Erzsébet Báthory se la conoce principalmente por haber asesinado a más de seiscientas doncellas para bañarse en su sangre, pensando que así rejuvenecía. Pero todo esto se ha demostrado que no es cierto, que es todo una leyenda. El objetivo de mi libro es desmentir las fake news sobre ella y a la vez explicar su historia y la de su familia”, explicó recientemente Latorre a Ràdio Tordera, donde ha trabajado como médico de CAP durante las últimas décadas.
Bajo el título La comtessa sanguinària Erzsébet Báthory, realitat o llegenda? (Viena Edicions, Noviembre 2024), la autora indaga en el personaje de la condesa, así como en el contexto histórico de Hungría en aquella época, basándose en un arduo trabajo de investigación de documentos, cartas y testimonios de la época, que le llevan a descubrir a una mujer culta, inteligente, muy trabajadora, con una gran visión para gestionar sus fincas y que se preocupaba por las personas que vivían en los sus dominios.
“Siempre me han interesado las mujeres que cambiaron el mundo, pero la historia no las ha reconocido”, explicó a la radio Latorre, que en 2011 publicó Dones invisibles, una recopilación de perfiles de cincuentena de mujeres, entre las que se encontraba la condesa Báthory. “Le dediqué un capítulo de apenas cuatro páginas, en el que había errores y datos falsos. ¡Hay tanta información equivocada sobre ella en artículos y corriendo por Internet!, lamentó. Así que se propuso profundizar en el personaje, investigar en fuentes y documentos para acabar con las muchas falsedades y leyendas que aún hoy proliferan sobre Erzsébet Báthory: que si asesinó a seiscientas doncellas, que si fue una vampira sanguinaria, que si estaba emparentada con Vlad III Draculea, el príncipe de Valaquia que inspiró a Bram Stoker para el personaje del conde Drácula. No solo eso: Latorre desmiente que Erzsébet fuera hija de un matrimonio endogámico. Sus padres, Anna Báthory y György Báthory, llevaban el mismo apellido, sí, pero tenían una relación de parentesco muy lejana. Por supuesto que no tuvo ningún asunto con un tal László Bende, ni fue madre cuando era una adolescente de trece años. Y tampoco es cierto que su tía, Klára Báthory, fuera una ninfómana bisexual que la iniciara en el sexo.
“La única cifra de muertes documentada es la de treinta y seis o treinta y siete doncellas asesinadas, pero se basa en testimonios arrancados a dos acusados mientras eran atormentados. Las declaraciones de los testimonios se basan todas en rumores”, afirma Latorre en sus escritos.
“No solo he suscrito este libro para desmontar todas las fake news que aún hoy circulan”, insiste. “El objetivo final es invitar al lector a descifrar si realmente cometió la tortura y asesinato de unas chicas inocentes”.