Las ciudades son organismos vivos con su propio metabolismo. Nacen, crecen y evolucionan continuamente. Son ecosistemas muy complejos cuyo funcionamiento puede provocar notables desequilibrios territoriales.
Durante las últimas décadas, hemos visto como las grandes urbes sucumben ante los cantos de sirena del turismo masivo. Un fenómeno perverso de doble faz que mientras dinamiza la economía de los centros urbanos, condena al ostracismo otras áreas metropolitanas. Es el controvertido fenómeno de la gentrificación. Un proceso que provoca desigualdades económicas y sociales, transforma nuestras ciudades y condiciona la vida de sus habitantes.
Trece fotógrafos
¿Pueden las políticas culturales cambiar esta dinámica? ¿Pueden redirigir los flujos hacia las periferias para estimularlas estableciendo nuevas centralidades? Posiblemente sí. Al menos ese es el objetivo que comparten el MACBA y el Ayuntamiento de Barcelona a través del Plan de Barrios. Una clara apuesta por la descentralización, por la eliminación de las desigualdades sociales y territoriales con la cultura como elemento catalizador.
En palabras de Lluís Rabell, concejal de Nou Barris, se trata de “romper la idea de una Barcelona dual con un centro dinámico, moderno, turístico, monumental, que de alguna manera es el corazón, y una periferia más o menos olvidada”. Aquí reside el leitmotiv de este estimulante proyecto de fotografía documental titulado Una ciudad desconocida bajo la niebla. Nuevas imágenes de la Barcelona de los barrios, un interesante recorrido por la capital catalana actual a través de la mirada de 13 fotógrafos.
Hacia una nueva centralidad
Decía Elvira Dyangani Ose, directora del MACBA, que la exposición, además de destacar la vocación cívica y social de la institución que dirige, tiene la virtud de reflejar “esta mirada tan humana que sabe capturar en múltiples historias una Barcelona atemporal”. Laia Abril, Bleda y Rosa, Manolo Laguillo, Carmen Secanella, Gregori Civera, Gilbert Fastenaekens/Brigitte Van Minnenbrugen, Raquel Friera/Creadoness Textil, Mabel Palacín, José Luis Guerin, Pilar Monsell, Jeff Wall, Pedro G. Romero y Jorge Yeregui han sido los encargados de crear estas historias, sugerentes relatos construidos desde la perspectiva de los barrios, algunos muy desconocidos, incluso, para los propios barceloneses, otros calificados de marginales.
Comisariada por Jorge Ribalta, la muestra es fruto de un trabajo colectivo que entronca con la tradición local de los surveys fotográficos sobre procesos urbanos iniciados en la época preolímpica. Una forma de entender la fotografía documental como un espacio de libertad que refleja la complejidad social y no como una representación idealizada al servicio de intereses institucionales.
Redescubrir los barrios bajo el influjo de Marsé
Bajo esta premisa, la periferia de Barcelona ostenta el protagonismo de la muestra que permanecerá abierta hasta el 12 de enero de 2025. Algunos trabajos tienen un carácter transversal atravesando diferentes barrios, otros son más topográficos y algunos manifiestan un aspecto más social. Así vemos como La periferia de la imaginación, de Pilar Monsell, es un reconocimiento al movimiento vecinal de Nou Barris que tuvo un papel destacado durante la Transición; Laia Abril reflexiona sobre el CAS Baluard, la sala de venopunción del Raval, en Reducción de daños; Manolo Laguillo recupera el hilo de un antiguo proyecto iniciado durante la construcción de la Ronda de Dalt en la secuencia titulada Línea de montaña; Carmen Secanella y sus Nuevos paisajes. Paseos por La Marina nos sitúa en los desconocidos barrios de La Marina, tradicionalmente llamados Zona Franca, que a pesar de sus similitudes con la profunda transformación de la zona del Besòs por el Fòrum 2004, está siendo un proceso ignorado. Por su parte, Primeras impresiones de José Luis Guerin y el trabajo de Jorge Yeregui, Trazar el agua. Apuntes sobre el Rec Comtal y la huella hídrica de Barcelona, exploran el mismo territorio, Vallbona, desde diferentes puntos de vista; y Jeff Wall recrea en Informant un suceso no descrito en Últimas tardes con Teresa de Juan Marsé, una obra donada por el artista a la ciudad que quedará instalada permanentemente en la Biblioteca Juan Marsé-El Carmel.
Es precisamente en un breve extracto de la novela que encumbró al famoso escritor donde Jorge Ribalta encontró el título de la exposición y la esencia fundamental del proyecto: “Desde la cumbre del monte Carmelo y al amanecer hay a veces ocasión de ver surgir una ciudad desconocida bajo la niebla”. Un proyecto que, según el comisario, aspira a renovar el imaginario de la periferia más allá de los tópicos del miserabilismo y de la exclusión, y también reinventar el papel del museo dentro de la vida social y popular de los barrios.