Tintín también era catalán

Tintín, el intrépido reportero creado por el historietista belga Hergé, también era catalán. O eso creía Joan Manuel Soldevilla Albertí, autor de un libro en el que busca los vínculos de este personaje de cómic con Cataluña.

En Tíntin era català (o això em pensava jo…), Soldevilla establece “curiosas conexiones” del reportero “con personajes de la cultura catalana tan diversos como Salvador Dalí, Josep Pla, Pau Riba, Joan Miró o Josep Maria de Sagarra”. Y ese interés, ahora plasmado, nació en el autor a raíz de Les joies de la Castafiore (1964), el primer Tintín en catalán, en plena dictadura franquista, gracias a la traducción de Joaquim Ventalló, quien era consciente de su labor para la difusión y el aprendizaje de esa lengua.

Pla, Dalí… y Cruyff

A lo largo de 166 páginas, entre otros detalles, Soldevilla relaciona a Tintín con Josep Pla, dos grandes viajeros que visitaron, casi a la vez, los mismos países. Sin olvidar que, durante una visita a Blasco Ibáñez, el escritor catalán conoció a Sir Basil Zaharoff, un personaje decisivo en La oreja rota.

Del mismo modo, el padre de Tintín, Hergé, conoció a Dalí y en el artista ampurdanés pensó cuando tenía entre manos Tintín y el Arte-Alfa, obra inconclusa. Todo ello, sin olvidar que la revista Tintin publicó, en marzo de 1975, una portada protagonizada por Johan Cruyff y un reportaje sobre la llegada del 14 al Barça. Por si fuera poco, uno de los dibujantes de Hergé, Raymond Reding, creó a Éric Castel, futbolista azulgrana de tebeo.

‘Museo Imaginario de Tintín’

Pero también hay que recordar la exposición Museo Imaginario de Tintín, itinerante, y que en Barcelona acogió la Fundación Joan Miró en 1984. Hubo mucho revuelo por ello, pero fue un éxito, e inspiró un libro del mismo nombre, publicado dos años antes y creado por Michel Baudson.