Pere Formiguera, el fotógrafo experimental

La cámara es una extensión de su mente creativa y sus arriesgadas composiciones, instantes poéticos a ojos del observador. “Pere Formiguera creía en una fotografía libre y con autonomía artística, es por ese motivo que la obra que nos ha dejado es múltiple y diversa”, señalan desde el museo. Por eso la figura de este artista poliédrico, escritor, comisario de exposiciones e historiador de la fotografía resulta imprescindible para entender la fotografía de la primera generación de autores que adoptaron esta disciplina como medio de expresión en nuestro país.

Pere Formiguera, 'Tetris', autorretrato

Un fondo excepcional que se queda en Cataluña

Parte de su complejo y heterogéneo trabajo se puede ver, hasta el próximo 21 de abril, en las salas del Museo Nacional de Arte Cataluña (MNAC). Pere Formiguera. La pulsión creativa brinda la oportunidad de aproximarse al personal universo de uno de los grandes referentes de la fotografía contemporánea. La muestra, comisariada por Roser Cambray, conservadora de fotografía del MNAC, es apenas una parte del extenso fondo que la familia de Formiguera donó a la institución catalana en 2016. Un legado conformado por más de 4.000 fotografías sobre papel, muchas de ellas copias originales firmadas; más de 1.000 diapositivas; cerca de 3.900 hojas de contactos además de un gran legado documental compuesto por libros, las revistas donde publicó, escritos, estudios o documentos personales.

El cometido de sus hermanos, Anna, Xavier y Santi Formiguera, ha sido decisivo para que este extraordinario archivo de gran riqueza y diversidad, que ahora forma parte del patrimonio fotográfico de todos, se quedara en Cataluña. “Hacemos esta donación con la esperanza de que la conservación y divulgación de la obra de Pere por parte del MNAC permitan mantener vivo, tanto para los visitantes del museo como para los investigadores de su obra, el recuerdo emocionado que sus amigos y toda la familia Formiguera conservan de la figura de nuestro hermano Pere”, declaró Santi Formiguera.

Pere Formiguera, 'Pixies', 1985

Referente de la fotografía experimental

Para Cambray, la muestra “permite entender sus procesos creativos desde sus inicios hasta el final”. En su obra “múltiple y diversa” encontramos polaroids, fotografías pintadas, secuencias de imágenes realizadas a lo largo de varios años como la titulada Cronos, en la que retrató a 32 personas de su entorno una vez al mes durante 10 años, o series como Diálogos con la pintura, uno de sus últimos trabajos inspirado en cuadros de los grandes maestros de la pintura como son Picasso, Renoir y Cézanne. Quizás estos sean sus trabajos más conocidos, pero su inquieta mirada alumbró otros muchos proyectos a lo largo de su prolífica trayectoria.

Así, Pere Formiguera. La pulsión creativa, se puede interpretar como una suerte de selecta retrospectiva que arranca en 1975 con su primera exposición individual celebrada en la galería Spectrum de Barcelona (un espacio pionero en la exhibición de fotografía en el país) y que a lo largo de los distintos ámbitos expositivos nos va revelando la personalidad creativa, las influencias, los temas recurrentes o las obsesiones de un autor arriesgado que experimenta constantemente con los límites, estéticos, materiales y técnicos, del medio fotográfico.

Pere Formiguera, 'La Follia' de la serie 'Escenaris de la Guerra'

Prueba de ello son sus imágenes de la década de 1970, en las que se percibe la influencia de autores como el estadounidense Duane Michals, destacado representante de la denominada fotografía filosófica y conceptual. Igualmente se constata su libertad creativa en sus Polaroids, un soporte que comenzó a investigar tras ver la exposición 200 fotografías Polaroid de Bigas Luna en la icónica Sala Vinçon de Barcelona en 1976. En la serie Pixies experimenta con el movimiento de la cámara en busca de expresividad consiguiendo imágenes intimistas, casi surrealistas como la del fotógrafo Ralph Eugene Meatyard, uno de sus grandes referentes. Y su faceta más íntima queda reflejada en Vía dolorosa, un proyecto de 1989 en el que explora el dolor y sentimientos como el miedo o la incertidumbre a partir de fotografías manipuladas obtenidas de la consulta de un doctor de principios del siglo XX.

La fotografía como trampantojo de la realidad

El frágil límite entre la realidad y la ficción le llevó en 1985 a iniciar, junto a Joan Fontcuberta (Barcelona, 1955), un trabajo en torno a una historia ficticia sobre un científico y sus descubrimientos en el mundo animal. La instalación Fauna secreta fue el resultado de esta colaboración donde los autores presentaron fotografías de animales inventariadas, detallados estudios y elaboradas notas que dotaban de rigor y veracidad un proyecto íntegramente falso. Un perspicaz trampantojo que cuestiona el principio de la fotografía como documento creado expresamente para reflejar la realidad. 

La incorporación del archivo de Pere Formiguera a la colección de fotografía del museo catalán viene a enriquecer su ya de por sí espléndido fondo fotográfico que reúne cerca de 50.000 obras de autores tan destacados como Mey Rahola, Colita, Joana Biarnés, Francesc Català-Roca, Antoni Campañà, Oriol Maspons, Agustí Centelles o Joan Colom.

Autorretrato, 1977, serie 'Polaroids'