La escritora Blanca Pardo

La escritora Blanca Pardo

Creación

"Una guerra no se acaba nunca"

Blanca Pardo Sabartés publica una novela inspirada en la historia familiar de su marido, judíos alemanes de origen ruso que sobrevivieron al nazismo, y en la suya propia

24 junio, 2023 22:19

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Blanca Pardo (Barcelona, 1963), recuerda haber leído de pequeña un refrán popular que la impresionó: "Dona que sap llatí i mula que fa 'hiï', mai no tenen bona fi" (“Mujer que sabe latín y mula que hace 'hii' nunca tienen buen fin". "Significa que una mujer inteligente y rebelde no gusta", se ríe Pardo, que durante muchos años ha sido profesora de latín y griego en un instituto de El Masnou. 

Libro 'Dona que sap llati' de Blanca Pardo

Libro 'Dona que sap llati' de Blanca Pardo

Licenciada en Filología Clásica y Germánica, Pardo acaba de publicar su primera novela, Dona que sap llatí (Rubric, 2022), un libro que, de manera inconsciente, empezó cuando era una niña, recopilando en su mente las historias que le contaba su abuela Amàlia. "En casa éramos ocho hermanos, yo era la mayor, así que mi abuela me dedicaba mucho tiempo, jugábamos a las cartas, al dominó.. pero, sobre todo, me explicaba historias y anécdotas de familia con mucha fantasía. Contadas por ella, sonaban fantásticas", recuerda, con la mirada llena de ilusión, una soleada mañana de junio en El Masnou, donde vive desde hace más de 30 años.

Personajes relevantes

En su novela, l’àvia Amàlia se convierte en l’àvia Aurèlia, uno de los personajes más relevantes del libro, donde la autora narra la odisea real de dos familias que conoce bien: la de su marido, Franz, descendiente de una familia judía que huyó de Rusia para escapar de las matanzas de los pogromos, y acabó echando raíces en Alemania, donde más adelante tuvo que sobrevivir al nazismo. Y la suya propia (en la novela, Blanca adopta el alter ego de Beth), una familia de La Sagarra forzada abandonar su tierra, porque el padre lo ha perdido todo en una partida de cartas contra el cacique del pueblo, y se ve obligada a empezar de cero en Barcelona.

Pogromos contra los judíos en Rusia

Pogromos contra los judíos en Rusia

En la familia de Beth también corre la sangre de emprendedores que hicieron fortuna en Cuba, mujeres que regresan solas de la isla con un bebé en brazos y comerciantes checos que abrieron en Barcelona un importante negocio de cristal de Bohemia, además de mujeres fuertes y valientes, como l’àvia Aurèlia, que quedó huérfana muy pronto, pero siempre supo tirar adelante y deleitar a su nieta con sus historias.

Historia familiar

"Cuando conocí a mi marido, apenas hablaba de la historia de su familia. Había demasiado dolor. Por eso, cuando sus familiares empezaron a contarme sus historias, sentí la necesidad de escribir un libro, de dejar constancia de los hechos", explica Pardo.

El padre de su marido, de madre judía y padre alemán protestante, se pasó la Segunda Guerra Mundial escondido en diversas granjas de vacas de Baviera, porque para los nazis era judío. Cuando la guerra terminó, se casó con Brigitte, una mujer alemana que había llegado en tren con su familia desde Silesia, en Polonia, después de la ocupación soviética. La familia de Brigitte había simpatizado con el nazismo, y aunque de entrada eso no importó a la pareja de enamorados, "al divorciarse afloraron sentimientos muy dolorosos", explica Pardo, que pasó muchos años documentando la historia de la familia de su marido.

Heridas que pasan de generación en generación

Su conclusión, y la que ha querido transmitir en el libro, es que "una guerra no se acaba nunca, las heridas se pasan de generación en generación, son heridas con fuertes secuelas emocionales que a veces no te dejan querer bien a otra persona", explica. Pone como ejemplo al padre de su marido, que vivió siempre con el miedo a que de un momento a otro tuviera que escapar con lo puesto. "Tenía un armario de emergencia lleno de alimentos, que cada medio año repostaba", explica. Este miedo se lo transmitió luego a su hijo - su marido Franz -, un hombre a quien le costaba hablar del pasado con su familia.

"A mí, en cambio, me hervía la cabeza. Quizás soy un poco más ingenua, pero no me costaba hacerles preguntas", recuerda. Fueron los familiares de su marido, sobre todo su madre y su hermano Leo, superviviente en un campo de trabajo nazi, los que le confesaron todas suss vivencias y compartieron con ella documentos y archivos. "Mi idea no era juzgarlos, sino contar sus historias, para que no quedaran en el anonimato", añade.

El bisabuelo, un crápula

Por otro lado, Pardo narra la historia de la "familia del sur", la suya, marcada por la decisión de su bisabuelo Martí, "un crápula", que perdió las tierras en La Sagarra en una partida de cartas y la familia tuvo que buscarse la vida en Barcelona. "Era un verdadero crápula: murió en un prostíbulo mientras estaba en la cama con una prostituta y mi abuelo tuvo que ir a buscar el cuerpo", recuerda Pardo, entre risas.

Las historias de las dos familias "se van trenzando" con una historia actual, el asesinato que sucede en el instituto donde Beth es profesora. El crimen, aclara, es una historia de ficción que cambia el ritmo de la novela y une las dos historias.

"Quise hacer una broma, un guiño satírico a dos historias de tanto peso", comenta Pardo, que tiene pensado jubilarse pronto.

Una superviviente

Como profesora de latín y griego, se define como una "superviviente" en un sistema educativo donde las Humanidades han ido perdiendo peso. Según Pardo, en una educación tan enfocada a la tecnología como la actual, es necesaria una visión de conjunto, unos conocimientos que nos permitan reflexionar, filosofar sobre cómo queremos que sea esta tecnología, hacia donde enfocarla. Y sobre todo, falta que los alumnos recuperen capacidad de concentración y de comprensión lectora. No les ha enseñado el libro "porque ellos me conocen como profesora y no como escritora, no quería mezclar las dos cosas", dice.

Alumnos trabajan en clase durante la jornada escolar / EP

Alumnos trabajan en clase durante la jornada escolar / EP

Pero su mensaje, después de haberla tenido como maestra, puede que sí les haya llegado: "la idea es que en esta vida todos hacemos lo que podemos para buscar la felicidad, para sobrevivir", dice. Dónde nacemos y dónde vivimos son dos cuestiones que deberíamos replantearnos todos. "Es importante dónde nacemos porque nos define y nos da la autoestima suficiente para luchar, lo que pasa que la vida es dinámica y puedes encontrarte, al final, en cualquier otro lugar", aclara. El libro, concluye, "es un canto al amor, al esfuerzo y a la superación que te permiten superar las heridas emocionales que igual hasta ese momento no te habían permitido tener una vida plena y ser feliz”.