Un empresario ruso recupera los grandes musicales en Barcelona

Operación internacional para acercar los grandes musicales a la escena teatral barcelonesa. Una productora de Moscú prepara una inversión para programar producciones de Broadway en la capital catalana, huérfana de este tipo de proyectos en comparación con Madrid, que ha acogido éxitos como El rey león, Mamma Mia! o Billy Elliot.

Con la intención de aprovechar este hueco en el mercado, los empresarios que impulsaron Broadway Moscú, que han logrado llevar musicales como Cats, Chicago o El fantasma de la Ópera a Rusia, deciden extender su negocio a Barcelona. Su objetivo pasa por abrir su propio teatro en la ciudad, un proyecto para el que ya cuentan con el respaldo de dos inversores: uno en España y otro en Estados Unidos.

El Teatro Poliorama de Barcelona GALA ESPÍN Barcelona

Apuestan por el Poliorama

Sin embargo, antes de la apertura de un nuevo teatro de musicales en la capital catalana, la productora quiere hacer una prueba que pasará por estrenar una gran producción de la mano de una sala ya consolidada. De hecho, tres fuentes conocedoras de las negociaciones confirman a Crónica Global que ha habido un acercamiento entre representantes de estos empresarios y el teatro Poliorama de las Ramblas, que recibiría así un impulso internacional.

Fuentes cercanas a la operación apuntan que ya se ha alcanzado un acuerdo para programar un musical durante seis meses en 2024: sería el espectáculo estrella del teatro, aunque la firma que gestiona el establecimiento, 3xTres --fundada por Dagoll Dagom, Tricicle i Anexa-- se reservaría el derecho de realizar dos o tres funciones adicionales por semana. Los responsables de la gestión del teatro, en cambio, enfrían la negociación, asegurando que ha sido "larga" y que se rompió hace un mes, si bien podría retomarse para reanudar la original iniciativa "en 2025 o 2026".

El interior del teatro Poliorama de Barcelona durante una función del musical 'Pares normals' Redes

Entre Barcelona, Londres y Moscú

La fecha y el detalle final del acuerdo está, por lo tanto, en el aire. No así las negociaciones, que como mínimo se han iniciado. Según los interlocutores consultados por este medio, los impulsores del proyecto viajaron el mes pasado a Barcelona para acompañar a su equipo negociador local. También, por parte del Poliorama, se desplazaron algunos representantes hasta Londres "para ver la propuesta".

Fuentes del sector recuerdan que las licencias para programar espectáculos de Broadway o el West End londinense se adquieren en el extranjero. De este modo, la dilatada experiencia de la compañía de Moscú en este aspecto podría facilitar el aterrizaje de una producción de este tipo al Poliorama. Aun así, desde 3XTres aclaran  que, de cerrarse el acuerdo, mantendrían la gestión del teatro, que tienen contratada para los próximos años.

Teatro Poliorama GALA ESPÍN Barcelona

La propiedad del Poliorama

Según la información disponible en el registro de la propiedad, el inmueble que alberga el teatro es de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, institución que tiene su sede en los pisos superiores del edificio. Por lo tanto, el edificio no se puede comprar, vender ni ceder. La planta baja, que acoge el teatro, en cambio, se alquila desde el año 1987.

Como parte de la llegada a España de la destacada productora moscovita, que también ha organizado espectáculos como Chess: el musical, también hay proyectos previstos en Madrid, donde ya cuenta con licencia para operar en teatros. Hasta el momento se han preparado 20 espectáculos de distinta índole. La compañía decidirá su hoja de ruta en función de los éxitos cosechados por cada producción. 

Interior del Teatro Tívoli de Barcelona / GRUP BALAÑÁ

BCN, sin teatro internacional

Los empresarios de Moscú, que se desmarcan de la guerra de Ucrania, desean potenciar sus negocios en el extranjero --cabe recordar que solo una lista de oligarcas vinculados con Putin están sancionados en Occidente-- por lo que, de cerrarse el acuerdo, protagonizarán una de las mayores apuestas culturales que se han hecho en Cataluña, abriendo el mundo del teatro a la escena internacional. Competirán en este frente con el Tívoli, teatro del grupo Balanyà que programó el año pasado Grease, y el Apolo, de Esmedia, que también cuenta con importantes teatros de musicales en la Gran Via madrileña.

La iniciativa reaviva un debate que se ha abordado larga e intensamente en el sector: si Barcelona debe centrarse en las producciones teatrales locales o hay espacio para dar la bienvenida a éxitos del musical internacional, un producto que en otras ocasiones no ha prosperado en la Ciudad Condal porque, a diferencia de Madrid, los equipamientos teatrales son más limitados. Con todo, la apuesta sigue viva en la ciudad catalana, más atractiva para el turismo extranjero.