Han pasado cerca de 20 años desde el nacimiento de Filmin, una de las primeras webs españolas que apostaron por el servicio Video on demand (VOD) para luchar contra la piratería.

Era 2007 cuando Juan Carlos Tous, aliado con las principales distribuidoras de cine independiente de España, arrancaba esta aventura. Luego se añadieron otras grandes empresas belgas, francesas y estadounidenses.

Pastel de Filmin / REDES

El ascenso ha sido imparable. Este 2022 cerraban el año como la quinta plataforma en España, con un 6% de cuota de pantalla, uno más que Movistar+ y dos más que Apple TV. Y si bien uno puede pensar que está lejos de Netflix, Amazon o HBO Max, lo cierto es que este pasado año también los superó.

En un año en que las mayores plataformas han perdido suscriptores, Filmin ha hecho lo contrario. Es la plataforma que más clientes gana en 2022. Son ya un 1,6% más que en 2021, más que Mitele plus (0,5%) y Apple TV (0,6). Ya ni que decir de Netflix, Amazon o Disney+, que han perdido un 3,6%, un 1,8% y un 2,6%, respectivamente.

Crecimiento de suscriptores en plataformas / BARÓMETRO OTT

Ante estas cifras, y con un catálogo plagado de películas ganadoras de Oscars, Goyas y Gaudís, su director editorial y cofundador sorprendía antes de acabar 2022 con un desconcertante mensaje: “Mi mayor frustración en Filmin es The Filmin Times. Un proyecto de formación audiovisual maravilloso, con apps, versión en inglés, 1.000 películas... que no ha suscitado ningún interés a nivel institucional educativo. Una lástima. El cine también nos explica la historia”.

Las reacciones no se hicieron esperar. Las preguntas fueran varios. ¿Qué pasó? ¿Está en declive Filmin? Se mezclaban con un ¿de qué habla? ¿Qué es eso? Unas cuestiones que ponían en evidencia el supuesto fracaso.

Tweet de Jaume Ripoll

Hablamos de presunto, porque el triste mensaje ha tenido su efecto. The Filmin Times renace de sus cenizas o, como prefiere decir Ripoll, se trata de “relanzamiento, que renacimiento es para alguien que ya está mal”. Si mal no es la palabra, sí estaba tocado.

Su voluntad de poder entrar en las escuelas e institutos para que fuera una herramienta educativa no consiguió ningún tipo de eco. Tampoco dentro de los abonados a Filmin, algunos de ellos incluso desconocían su existencia.

Nueva alianza

Pasado este tiempo, The Filmin Times regresa renovado y con un aliado más, la editorial Debate, “un sello de calidad y que encima tiene una relación y conexión directa con aquellas obras que ofrecemos en el catálogo”, en palabras de Ripoll. ¿Pero qué ofrece realmente de nuevo?

Si hasta ahora, la web permitía cada día consultar qué efeméride se celebra cada día y ver una película relacionada, desde la alianza con la editorial también se podrá ver qué libro del catalogo de Debate habla al respecto. Una manera más dinámica y completa de contar la historia que nace, además, con una promoción de lanzamiento: por la compra de un libro de la editorial Debate, el comprador recibirá una tarjeta de rascar con la que podrá obtener un mes de suscripción gratis a Filmin. La promoción arrancó el 2 de febrero, y estará activa hasta el 31 de marzo de 2023

Portada de The Filmin Times

Se trata de un servicio gratuito que, si bien es un servicio extra para los suscriptores de Filmin, “es un proyecto paralelo”, en las propias palabras de su creador. De hecho tiene una interfaz y una app diferentes precisamente por ello.

The Filmin Times “tiene un desarrollo muy claro de la parte formativa, educativa y nuestro objetivo sería que los institutos, colegios y universidades tengan acceso a este apartado concreto y de alguna manera poder recurrir a las películas que ponemos para recorrer la historia desde el siglo XX al XXI.

Educación

El problema en todo caso es cómo hacer que el cine llegue a las aulas porque, hoy por hoy, “no está en la etapa formativa, y al no estar, depende de los profesores, de la voluntad de cada profesor, poder utilizar el audiovisual o el cine como herramienta formativa”. Claro que reconoce que no es el único, una película dura una hora y media o más si se trata de una cinta histórica, y las clases duran 45 minutos, “entonces es difícil pensar que un profesor va a dedicar tres clases para compartir una película con los alumnos en dos o tres partes para que haya un debate”.

No es la primera vez que se plantea este debate. Son muchos miembros del sector de la cultura que reivindican desde hace décadas la incorporación del audiovisual en las aulas, pero la idea nunca cuaja. “Nosotros abogamos por otra idea, del mismo modo que un alumno tiene que leer un libro en casa y no en clase, pues que pase lo mismo con una película, que se vea en casa y se discuta en clase”, apuesta Ripoll.

Aula de Nuclio Digital School / CEDIDA

De allí, que la suscripción a The Filmin Times para escuelas sea diferente, ya que se trataría de facilitar a la familia el acceso exclusivo a esas películas del curso y, a poder ser, a través de la escuela. Y allí entra de nuevo la importancia del dinero.

Ripoll ofrece alternativas. “Se puede mirar de mil maneras. Ya hay bibliotecas que ofrecen suscripciones a una parte de Filmin y ahora sería también a libros, todo se puede estudiar y estamos abiertos a todo tipo de opciones”, sentencia.

Dinero

Para esta nueva etapa ya han contactado con varios colegios, pero una vez más se han encontrado con obstáculos. “El problema es que aquí, la singularidad de este país, es que la educación es prácticamente de las autonomías y tienes que seleccionarlo comunidad por comunidad”, recuerda.

Si a eso se le suma que las escuelas “tienen presupuestos muy limitados y hay otras prioridades”, entre ellas “arreglar cosas en el propio instituto”, todo se pone más complicado. Aun así, con la experiencia que tienen detrás no dudan que con la nueva alianza se llegarán a acuerdos.

Alianza Filmin y Debate

“Nuestra obsesión siempre ha sido la de poder recomendar y destacar películas del catálogo, es decir, conseguir que el espectador o el suscriptor pueda descubrir películas que quizá no sabía que teníamos” y hacerlo desde un hecho histórico. Y ya con los libros tienen un nuevo interés añadido, pues “muchas de las películas que tenemos se han inspirado o tienen libros con los que dialoga de una forma muy clara”.

Para que no se quede en un nuevo intento fallido, esta vez apuestan por una nueva promoción. Tras el anuncio lanzado a principios de febrero, lo siguiente va a ser tratar de “cerrar acuerdos con centros formativos. Y viendo un poco cómo respiren, decidiremos qué tipo de campaña lanzamos, sobre todo, especialmente para que los suscriptores de Filmin, los que ya lo son, puedan utilizarlo, porque es una herramienta la mar de útil”, adelanta.

App de The Filmin Times

Y es que si la parte de introducir el cine en los colegios es complicada, hacer que el suscriptor de Filmin se interese por esta nueva aplicación tampoco es del todo fácil. “Aquí hay un problema, realmente, es cuestión de elección, porque fue una decisión nuestra no ponerlo allí, porque de alguna manera te lleva a otra aplicación y puede generar confusión al usuario”, lamenta. 

Sea como sea, Ripoll espera que esta nueva colaboración con Random House dé sus frutos. Le ha funcionado en el resto de proyectos donde juntarse con otras marcas y compañías “ha sido clave”. Eso e intentar ser creativos en la información para no ser “devorados por los demás, porque ellos tienen más dinero". “Y parte de la comunicación también es crear o desarrollar aplicaciones como esta, que son noticia, una aplicación que se diferencia tanto de todo lo que hay en las plataformas”, concluye.