Macoco, el playboy que inspiró al Gran Gatsby
El periodista argentino Roberto Alifano recoge en un libro la vida del heredero de una de las familias más ricas de Argentina, que sirvió de inspiración a Scott Fitzgerald para crear su personaje
1 diciembre, 2022 00:00Descendiente de una de las familias más ricas de la América Hispana, considerado como el primer playboy y el que dio nombre a esa expresión, además de inspirar a Scott Fitzgerald para crear la figura del Gran Gatsby, Martín Máximo Pablo de Álzaga Unzué, “Macoco”, fue un personaje famoso que supo vivir a lo grande.
Convencido de que sus aventuras no podían quedar en el olvido, el periodista, escritor y poeta argentino Roberto Alifano (Argentina, 1944), quien tuvo la ocasión de entrevistarlo en persona y entablar con él una estrecha amistad, decidió contar en un libro la vida de este legendario personaje de los años veinte, que llegó a tener romances con refulgentes estrellas de cine, como Rita Hayworth, Claudette Colbert, Dolores del Río o Ginger Rogers, y a codearse con millonarios de la época como Onassis, Howard Hughes, Greta Garbo, Al Capone, Perón, Clark Gable, Errol Flynn o Gardel.
"Cosas escandalosas"
“La intención de mi primera entrevista con Macoco era verificar algunas cosas un poco escandalosas que se contaban sobre él, como por ejemplo, que mantenía relaciones con una mujer en la bóveda de los Álzaga Unzué (su familia), en el cementerio aristocrático de Buenos Aires, La Recoleta”, recordó Alifano durante la reciente presentación de su libro, Macoco, el primer playboy (Editorial Renacimiento) en Casa América Madrid. “Macoco me respondió que se trataba de un disparate, por supuesto”, añadió.
De esa entrevista, usada por Macoco para desmentir todos los chismorreos en torno a su figura, surgió una estrecha amistad entre el conocido playboy y el veterano periodista argentino. Y así, entre almuerzos y paseos por Buenos Aires, Macoco “empezó a contarme todas esas historias tan sabrosas de su vida de playboy, de su vida de personaje conquistador que había viajado por buena parte del mundo”, explicó Alifano.
Derroche de dinero
Tuvo que pasar un tiempo hasta que el autor se decidió a escribir este libro, en los años 90. Macoco había muerto en 1982 y sus familiares y amigos insistían en que todas esas anécdotas no podían quedar en el olvido. La primera edición del libro, para el el mercado argentino, llevaba por título “Tirando manteca al techo”, una expresión muy argentina para simbolizar el derroche de dinero. La expresión es poco conocida en otros países hispanohablantes y por eso la editorial decidió cambiar el título para esta nueva nueva edición para el mercado español.
“El origen de esta expresión viene de que los niños bien de la Argentina —‘los poderosos’, como Macoco —se educaban en Europa desde chicos (Macoco estudió en el prestigioso colegio Eton, en Reino Unido) y se criaban en los palacios que tenían en Francia”, explicó Alifano.
En París los Alzaga Unzué habían comprado un palacio que había sido de los zares de Rusia. Esos niños iban muy seguido a comer a Maxims, uno de los grandes restaurantes de París, decorado con unos frescos de mujeres desnudas en el techo. “Una vez resulta que se retrasó un poco la comida y Macoco, para divertirse, empezó a poner manteca en el tenedor y pegar para arriba para ver si le daba entre los senos”, explicó el autor. A partir de ahí, todos los niños bien empezaron a imitar esta hazaña.
Rico como un argentino
El libro, cuyos derechos Netflix ya ha adquirido para convertirlo en una serie de televisión, recorre la vida de Macoco, desde sus tiempos de estudiante en Eton a su paso por la universidad de la Sorbona, en París, pasando por sus incursiones en el automovilismo deportivo en Europa, alzándose ganador del Gran Prix de Marsella, o la noche de Buenos Aires, que empezó siendo su centro juvenil de operaciones, para luego serlo París, Londres, Nueva York y Beverly Hills.
Corrían los alocados años de la belle époque y Macoco, riquísimo heredero, se mostraba exageradamente pródigo en el modo de gastar su dinero; es tan así que dicen que fue él quien en París motivó la frase de Sacha Guitry: «Il est riche comme un argentin» (es rico como un argentino). Otros dicen que la «ambición de toda mujer francesa era tener un perrito pequinés y un amante argentino», cuyo modelo era nuestro personaje, según Alifano.
Considerado en la actualidad uno de los poetas argentinos más representativos, Alifano fue amigo personal, discípulo y amanuense de Jorge Luis Borges, con quien tradujo las Fábulas de Robert Louis Stevenson, poemas de Hermann Hesse y relatos de Lewis Carroll.
Ha ejercido el periodismo cultural en diarios y revistas de Argentina y del exterior. En la actualidad es colaborador de El Imparcial de Madrid, donde publica todas las semanas su columna de opinión. Ha obtenido la Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores y otras importantes distinciones internacionales. Sus libros, que abarcan más de sesenta títulos, están traducidos a diversos idiomas. Fue también amigo de Pablo Neruda, a quien despidió con sentidas palabras en el Cementerio General de Santiago de Chile.