¿Son 'de verdad' los documentales de Netflix?
Algunos de los documentales de la popular plataforma de vídeo bajo demanda están al límite de la verdad
9 mayo, 2019 12:07Los documentales son una manera muy interesante para que el público general se acerque a una temática y descubra los entresijos que la forman. Sin embargo, en algunas ocasiones los trucos o licencias que se toman los autores a la hora de crear lo que, en definitiva, no es más que un programa de televisión, termina por afear lo que podría ser una obra educativa y edificante.
No es raro que en algunos documentales sobre animales salvajes se utilicen decorados para recrear el hábitat natural de algunas especies, sobre todo en condiciones de poca luminosidad o, directamente, en madrigueras bajo tierra donde resulta difícil o casi imposible acceder. Pero salvando estos casos puntiales, hay que referirse a algunos documentales musicales o pseudocientíficos que se emiten en la plataforma Netflix.
‘La Tierra es Plana’
Este ‘documental’ es uno de los que más polémica generó entre los usuarios de la plataforma cuando se estrenó. La razón es que, ya sea de manera divertida o incluso sarcástica, este largometraje ofrece una plataforma para difundir ideas directamente inventadas o basadas en desinformación científica que distan mucho de lo que un documental serio debería ofrecer. Es lícito ofrecer entretenimiento ficcionado, pero lo ideal sería que la plataforma no lo categorizara en la sección de documentales.
Si a esto se le suman los millones de espectadores que tiene la plataforma y la posibilidad de que muchos de ellos no contrasten la información, el resultado es un programa más humorístico que otra cosa. En resumen, este documental trata más bien de la vida de las personas que siguen este movimiento y que creen totalmente que "la Tierra es plana".
‘Oasis: Supersonic’
El documental de la banda británica Oasis es uno de los más interesantes de la historia de este grupo. De hecho, uno de los iconos más grandes a nivel de público y crítica de la década de los años 90 necesitaba tener un documental a la altura. El problema llega cuando en sus más de dos horas de metraje se incluyen ciertos planos, pasados por un extraño filtro para que parezcan antiguos, en los que se muestra a una joven banda ensayando o gritándose en los conciertos.
Las sospechas aparecen cuando da la sensación de que cada plano está grabado "en el momento justo". Si había una pelea de la banda, justo aparece un plano del guitarrista mirando a cámara y confirmando lo cabreado que está. Esto, sobre todo cuando la banda aún no había dado el salto a la fama, resulta bastante increíble, ya que las grabaciones que se conservan de la mayoría de grupos de la época se realizaban por familiares o amigos que llevaban una cámara Super-8 al concierto. Nada que ver con los planos perfectos, bien grabados y equilibrados que se muestran en la película. Esto indica que lo más probable es que sea parte de una dramatización.
‘Fyre: La fiesta más exclusiva que nunca sucedió’
Por último, cabe destacar otro de los documentales más populares de la plataforma, Fyre: La fiesta más exclusiva que nunca sucedió, una historia sobre lo que iba a ser el festival más exclusivo de la historia, pero que terminó por convertirse en un caos absoluto de organización.
La obra cuenta cómo se gesta el festival, atrayendo a influencers, y cómo después termina por resultar un fracaso. Las sospechas, que ya han investigado otros medios como la revista estadounidense The New Republic, vienen porque el documental sirve como manera de maquillar el desastre de lo que ocurrió y la imagen del ideólogo, Billy McFarland. Además, lo relaciona con Netflix y con la empresa encargada de la publicidad del evento, en lo que podría ser una manera más de recuperar las numerosas pérdidas económicas que generó.