Un escena de la película 'Ben hur'. / CG

Un escena de la película 'Ben hur'. / CG

Creación

Ben Hur entra en el siglo XXI con una versión actualizada

El director de la película espera que los fans de la obra original no lo vean como una "blasfemia"

19 agosto, 2016 08:29

El próximo viernes 2 de septiembre llega a los cines Ben-Hur, la última versión del clásico homónimo escrito por Lew Wallace. Una aventura épica y atemporal que de la mano de William Wyler y Charlton Heston se convirtió en mito del cine a finales de los años 50 y que vuelve a la gran pantalla remozada y actualizada en una cinta dirigida por Timur Bekmambetov (Wanted, Guardianes de la noche) y protagonizada por Jack Huston, Toby Kebbell y Morgan Freeman. 

"El Ben-Hur de 1959 no es simplemente una película, es un fenómeno que tuvo una gran influencia en la cultura del siglo XX", afirma el director, que reconoce que acercarse a un título legendario y tan presente en la memoria colectiva supuso asumir un gran riesgo que le costó aceptar. Lo mismo le ocurrió al guionista John Ridley, que en todo caso tiene un argumento de peso para defender esta reinterpretación de la obra de Wallace. 

"Puede que los más fervientes admiradores de la película de 1959 consideren blasfemo hacer una nueva versión, sea como sea esa versión, pero se olvidan de que estos personajes ya existían 80 años antes de esa película", afirma haciendo referencia al filme protagonizado por Charlton Heston. 

Tecnología y redes sociales

El reto era ahora actualizar el mito, rescatar una historia ambientada en el siglo I y llevarla hasta el siglo XXI, hasta su público, valiéndose de todos los avances cinematográficos que el séptimo arte ha experimentado en los últimos 50 años.

Para conseguir este objetivo, Bekmambetov y su equipo se han valido de herramientas innovadoras como las cámaras Go-Pro, una cámara G4. "Es un tipo de cámara que funciona como un iPhone. Consigue que todas las escenas den la impresión de que estás allí, en medio de la acción", apunta el director, que también encontró inspiración visual en otras herramientas de este siglo, como YouTube o las redes sociales.