Momento de la vendimia en un campo de viñas catalán, en una imagen de archivo / JARC

Momento de la vendimia en un campo de viñas catalán, en una imagen de archivo / JARC

Business

La vendimia pone a prueba el nuevo Consejo Regulador del Cava

Los sindicatos de agricultores y el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural advierten de los problemas de la sequía y piden que se controle el movimiento de vino y el mosto

12 agosto, 2022 00:00

La crisis climática golpea a los agricultores y productores de vino y cava. La grave sequía que sufre el sur de Europa ha impactado con fuerza en Cataluña, donde las vendimias se han avanzado hasta un mes por el incremento de las temperaturas y el descenso de la humedad relativa. Esto ha provocado que la producción de uva descienda a cotas mínimas de 2017, lo que impactará en la Denominación de Origen Cava (DO Cava) y podría provocar movimientos “poco transparentes” de vino y mosto durante la recolección.

Las previsiones del Instituto Catalán de la Viña y el Vino (INCAVI) auguran que la grave sequía que sufre el campo catalán es la causa de una caída de la producción que podría llegar al 15%. Jaume Domènech, representante del cava de Jarc, recuerda que “estas previsiones podrían alcanzar el 20% y 30%” en algunas variedades de vid. Esta vendimia, la peor de los últimos años, pone a prueba el nuevo Consejo Regulador del Cava, que reeligió a Javier Pagés como presidente por unanimidad a finales de julio.

Javier Pagés, presidente de la DO Cava / DO CAVA

Javier Pagés, presidente de la DO Cava / DO CAVA

Medidas para la vendimia

“Queremos seguir con la labor iniciada para potenciar el valor del cava entre los mejores espumosos del mundo para el deleite de nuestros consumidores”, aseguró Pagés tras vencer en las últimas elecciones de la DO. Pero esto no podrá darse si no se cumplen condiciones de calidad y se monitoriza la uva, el vino y el mosto para producir cava.

Racimo de uvas madurando para la vendimia / PX

Racimo de uvas madurando para la vendimia / PX

Domènech explica que, entre las medidas habituales para la vendimia en los campos bajo el paraguas de la DO Cava, se encuentran el “muestreo de la uva”, el acatamiento de normas de cultivo y recolección. El Consejo Regulador también ha puesto los servicios técnicos a disposición de los agricultores y viticultores. “No pueden hacer nada más”, reafirma el representante de Jarc en el consorcio.

Cumplimiento de las normas

Para acatar la normativa de las diferentes Denominaciones de Origen, como la del Cava, los viticultores que recojan la uva en sus parcelas se deben ajustar a las producciones del territorio regulado para vino o espumoso. El Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, no obstante, ejerce un control de “trazabilidad hasta las bodegas” mediante la tarjeta vitícola y la aplicación RVC (Registro Vitícola de Cataluña), explican fuentes de la Consejería.

En el RVC se encuentran inscritas todas las parcelas, por lo que automáticamente se controla la producción. Aun así, existe un caso particular al que recurren los agricultores: 2017. Ese año se obtuvo un 30% menos de uva, aunque la DO Cava solo disminuyó su elaboración de espumoso en un 3,26%. “Queremos que todo se haga a la luz, con transparencia, para que no suceda como en 2017, donde no se reflejó la realidad”, sentencia Domènech.

Un típico cultivo de cava del Alt Penedès / DO CAVA - EUROPA PRESS

Un típico cultivo de cava del Alt Penedès / DO CAVA - EUROPA PRESS

Nuevo e-RVC

La Consejería de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural es la encargada de controlar estos movimientos de vino y mosto, especialmente durante la vendimia. Por ello, el próximo año se pondrá en marcha el e-RVC para viticultores.

“Nos facilitará medidas para todos los eslabones de la cadena”, señalan fuentes de la Consejería. Estas mismas voces aseguran, además, que trabajan en estos momentos por tal de establecer un consenso entre agricultores y productores para implantar este nuevo método de conteo y “fortalecer el sector”. Posiblemente, esto facilitará el camino al Consejo Regulador de la DO Cava, que deberá controlar más este 2022 por tal de lograr que el coste de la uva y del vino en el mercado sea “equiparable”. “Hemos de hacer las cosas bien”, advierten desde Jarc, en pro de evitar que se distorsionen los precios de venta.