Sede de la SEPI / MAPS

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La SEPI deja sin adjudicar más de 2.100 millones solicitados para rescatar empresas

Al finalizar el plazo de vigencia, el organismo público apenas ha empleado un tercio de la dotación del fondo de ayuda a empresas estratégicas y ha dejado sin atender un 40% del volumen reclamado

29 junio, 2022 00:00

Fue una de las medidas estrella del Gobierno en materia económica al inicio de la pandemia pero, a tenor de los datos, podría concluirse que ha pasado sin hacer demasiado ruido. El fondo creado para el apoyo a empresas estratégicas que vieron peligrar su viabilidad como consecuencia de la irrupción del coronavirus llega a su fin sin que el volumen de ayudas concedidas llegue a un tercio de su dotación. Y, además, con un 40% del volumen solicitado sin conceder. 

Es un primer balance provisional del denominado Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (Fasee), una de las iniciativas que contó con el respaldo de la Unión Europea con vistas a paliar los daños causados por la crisis derivada del Covid-19, y que formó parte de aquel primer paquete valorado en 200.000 millones de euros. 

Fin del plazo

El instrumento, canalizado a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) contó con una dotación inicial de 10.000 millones de euros, aunque se previeron desde el inicio mecanismos para reforzarlo ante la posibilidad de que fuera necesario, habida cuenta de la magnitud del impacto económico de la crisis. 

Sin embargo, no sólo no ha sido necesario, sino que ni tan siquiera se ha estado cerca de tal posibilidad. En un balance preliminar, cuando el plazo dado desde la Comisión Europea está a punto de finalizar (el próximo 30 de junio), el volumen de ayudas solicitadas apenas supera los 5.300 millones de euros. 

El turismo, a la cabeza

Pero, además, la cantidad total que va a desembolsar el ya conocido como “fondo de la SEPI” va a estar también muy alejada de esta cifra. En concreto, cerca de 2.140 millones de euros quedarán en el limbo, bien porque el organismo público ha considerado que la empresa solicitante no cumplía con los requisitos exigidos para acceder a los préstamos, bien porque la petición ha sido víctima del atasco registrado en los últimos meses.

De acuerdo con este primer balance, el fondo destinará 3.255,8 millones de euros a atender hasta 30 solicitudes que han llegado hasta el consejo constituido a efectos de articular el funcionamiento de este fondo. La mayor parte de ellas pertenecen al sector del turismo, sin duda uno de los más castigados por la pandemia y al que los expertos señalan como uno de los últimos que será capaz de recuperarse y regresar a las cifras que registraba antes de la llegada del virus. 


No obstante, el mayor volumen de ayuda concedido por el instrumento ha sido a una empresa ajena a este ámbito: la siderúrgica Celsa, a la que el fondo decidió finalmente conceder un total de 550 millones de euros, a través de dos préstamos, ordinario y participativo. 

Celsa también protagonizó la mayor solicitud, por encima de los 700 millones de euros. Su caso fue uno de los seis resueltos in extremis, en la última reunión del Consejo de Ministros antes de que finalizara el plazo establecido y que se celebró el pasado lunes.

La polémica de Plus Ultra 

Otras no han corrido la misma suerte pese a que también pidieron abultadas cantidades. Ha sido el caso de Abengoa, que este lunes no fue abordado por el Gobierno y que en las últimas horas se ha confirmado que no será atendido.

Cabe destacar que los requerimientos para aspirar a obtener el apoyo del fondo eran exigentes pero aún más a raíz del estallido de la polémica en torno a la concesión del rescate a la aerolínea Plus Ultra, uno de los primeros resueltos por la SEPI.

Un avión de la aerolínea Plus Ultra en un aeropuerto / EP

Un avión de la aerolínea Plus Ultra en un aeropuerto / EP

Las dudas sobre el carácter estratégico de la compañía, dado el reducido volumen de operaciones que realiza en los aeropuertos españoles, y las informaciones acerca de supuestas conexiones con el régimen venezolano provocaron un frenazo en la tramitación de los expedientes que, además, coincidió con un aluvión de peticiones que dejaron en evidencia los recursos técnicos y humanos que se habían dotado para la tramitación de las ayudas. 

El episodio de Plus Ultra hizo que los controles del fondo se reforzaran y también el apoyo de expertos independientes externos para analizar los casos, aunque también generó mucho recelo entre los técnicos a la hora de firmar las resoluciones.

Requisitos exigentes

Una situación que se ha venido arrastrando hasta el final del plazo y que ha condicionado el desarrollo del mismo, especialmente en la recta final. 

Cabe recordar que la cantidad mínima a solicitar era de 25 millones de euros y que en todos los casos se trata de préstamos que deberán ser repagados en los próximos años.