Santander y BBVA acudirán al mercado para invertir 5.400 millones en acciones propias / EP

Santander y BBVA acudirán al mercado para invertir 5.400 millones en acciones propias / EP

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Santander y BBVA invertirán 5.400 millones de euros en acciones propias

Los dos bancos retoman la retribución al socio tras la pandemia, pero con una fórmula mixta que, además, les permitirá contribuir a sostener las cotizaciones

30 septiembre, 2021 00:00

El sector financiero español asistirá a un hecho inédito. Por primera vez en la historia, Santander y BBVA optarán al mismo tiempo por una fórmula híbrida para retribuir a sus accionistas. Al tradicional dividendo le acompañarán sendos programas de recompra de acciones, en los que ambas entidades realizarán una inversión conjunta próxima a los 5.400 millones de euros.

Nuevos tiempos tras la pandemia del coronavirus y el veto disfrazado de recomendación por parte del Banco Central Europeo (BCE) a la distribución de resultados entre los socios. Con carácter general, los bancos españoles han retomado su estrategia en esta materia en el mismo punto donde la dejaron cuando el Covid-19 irrumpió en el panorama mundial, sobre todo en lo referido al porcentaje de pay-out (la proporción de resultados destinados a dividendos).

Buena acogida en bolsa

Además, en el caso de Santander será la primera vez en toda su historia que ponga en marcha este sistema, muy extendido en EEUU y cada vez más en Europa. El consejo de administración de la entidad sorprendió tras el cierre de la sesión bursátil del martes al incorporar una modalidad que ya había sido anunciada hace casi un año por su otrora principal competidor, BBVA.

La decisión ha sido bien acogida por los inversores. Las acciones de Santander cerraron la jornada del miércoles con avances del 2,48%, prácticamente el doble de los registrados por el Ibex 35 (+1,25%).

Imagen de una sede del banco Santander / SANTANDER

Imagen de una sede del banco Santander / SANTANDER

El mercado espera a BBVA

Ambas entidades aplicarán una fórmula de retribución indirecta al accionista, que no recibe un pago en metálico, como sucede con el dividendo convencional, pero ve incrementada su participación en la compañía, toda vez que posteriormente esa autocartera es amortizada a través de una reducción de capital.

Si en el caso de Santander ha supuesto una cierta sorpresa, todo lo contrario sucede con el BBVA, del que el mercado lleva tiempo a la espera de detalles sobre la recompra de acciones que anunció hace casi un año, tras acordar la venta de la práctica totalidad de su negocio en EEUU, a finales de 2020.

Fusión frustrada

Muchas cábalas se hicieron por entonces sobre el posible destino de los cerca de 9.000 millones de euros que iba a ingresar la entidad que preside Carlos Torres por la transacción, desde un potencial incremento de la participación en el turco Garanti hasta abordar una operación corporativa en España.

Esta última fue la más cercana pero las conversaciones con Banco Sabadell no prosperaron. Finalmente, la única evidencia es la de la recompra, la única que en su momento el banco mencionó de forma explícita.

El presidente del BBVA, Carlos Torres, durante la junta de accionistas del banco / BBVA

El presidente del BBVA, Carlos Torres, durante la junta de accionistas del banco / BBVA

La mejor inversión

En principio, la intención del BBVA pasaba por llegar hasta el límite legal del 10% del capital, lo que a precios actuales de mercado supondría un desembolso de algo más de 3.700 millones de euros. Junto a los 1.700 millones estimados por Santander para su programa de recompra, que ejecutaría en cualquier caso en dos fases, la segunda a iniciar a finales de la próxima primavera, da como resultados esos 5.400 millones que las entidades destinarán a apostar por sí mismas.

Este es, precisamente, el mensaje que mandan al mercado con esta estrategia: en estos momentos no contemplan una inversión que genere tanto valor como adquirir acciones propias, con lo que además de respaldar las respectivas gestiones de los equipos directivos, también contribuyen a una cierta sostenibilidad de la cotización.

Con el foco en la tecnología

En este sentido, Santander ha manifestado de forma reiterada que no prevé participar en esta fase del proceso de consolidación del sector, impulsada entre otros por el propio BCE, que ha hecho especial hincapié en las fusiones transfronterizas.

La entidad que preside Ana Botín no descarta salir de compras pero con el foco puesto en la tecnología y la digitalización, que forman parte de la base de su estrategia para el futuro a corto plazo.

Por su parte, BBVA ha insistido en el mensaje de que sólo abordará procesos de este tipo si son capaces de aportar valor para el accionista; precisamente, fue éste el argumento principal que esgrimió para dar por concluida sin éxito su negociación con Banco Sabadell con vistas a una fusión que el mercado había situado como una de las más probables.