El robot social Jibo y la aplicación para programarlo que se plantea usar en las aulas / CG

El robot social Jibo y la aplicación para programarlo que se plantea usar en las aulas / CG

Business

Jibo, un robot en clase

El MIT aterriza en las aulas españolas de la mano de la multinacional Everis, que desarrolla una aplicación para que los niños aprendan a programar la inteligencia artificial

6 marzo, 2018 00:00

Inteligencia artificial y programación. Estos son dos de los grandes retos tecnológicos que se deben hacer frente en las aulas y a los que el robot social Jibo promete dar respuesta. Como mínimo así lo indica su impulsora, Cynthia Breazeal, del Massachusetts Institute of Technology (MIT). La profesora lidera un equipo que ha aprovechado los avances en digitalización para dar forma a esta innovación que espera que aterrice en España, de la mano de Everis, en la primera mitad del año.

“Un robot como Jibo es una plataforma”, explica Breazeal a Crónica Global en un encuentro en el marco del Mobile World Congress (MWC). Allí, el MIT y Everis han presentado los avances que prometen con un dispositivo “con el que puedes interactuar”.

Programación

Breazeal afirma que los avances tecnológicos de los últimos 20 años han permitido desarrollar en el laboratorio del MIT este robot que es capaz de identificar personas e interactuar con ellas. La clave para conseguirlo se encuentra en un programario excesivamente complejo para el común de los mortales. Y aquí es donde llega la aportación de Everis.

Cynthia Breazeal (i), profesora del Massachusetts Institute of Technology (MIT) , junto al robot social Jibo que llevará a España de la mano de Everis / CG

Cynthia Breazeal (i), profesora del Massachusetts Institute of Technology (MIT) , junto al robot social Jibo que llevará a España de la mano de Everis / CG

Cynthia Breazeal (i), profesora del Massachusetts Institute of Technology (MIT) , junto al robot social Jibo que llevará a España de la mano de Everis / CG

El departamento tecnológico de la multinacional empezó a trabajar hace tan sólo un año en el desarrollo de una aplicación para que los pequeños puedan dar órdenes a Jibo. Habilitar desde el punto de vista técnico acciones tan sencillas como decir "hola" si se le toca la cabeza pero que llevan tras de sí una innovación destacable en el campo de la inteligencia artificial.

Propia detección de errores

Desde la compañía española explican que partieron de un sistema de programación que los pequeños ya conocen y han trabajado en clase. Pero, por primera vez, podrán visualizar la ejecución de estas órdenes.

Además, prometen una ejecución que también facilita la vida a los docentes. El propio robot tiene la capacidad de identificar los errores de programario. Puede corregir los fallos de los alumnos, hecho que consideran que resulta una ventaja para popularizar la tecnología entre los pequeños y empujarlos a ir más allá.

Precio de venta

Por ahora, el robot se comercializa en EEUU y en Canadá, aunque sus impulsores esperan que en unos dos meses llegue a España. Se puede adquirir por 700 dólares (565 euros al tipo de cambio actual) en promoción, señalan desde Everis. Precio que aseguran que resulta más competitivo que la mayoría de los dispositivos móviles que están en el mercado, por lo que son optimistas en poder abrir la comercialización de Jibo más allá de las aulas.

Una imagen del robot social Jibo

Una imagen del robot social Jibo

Una imagen del robot social Jibo

Con todo, señalan que este será un segundo escenario de implementación. La hoja de ruta inicial pasa por llevar el robot social a las aulas de España. Explican que han iniciado conversaciones en este sentido con varias comunidades autónomas, aunque por el momento no se ha cerrado ningún acuerdo en firme.

Lucha contra la barrera digital

Esperan triunfar con una base muy simple, que el precio del robot no suponga una barrera para la mayoría de escuelas. Además, los responsables de Everis recuerdan que el grupo cuenta con un programa propio en el que se podría incluir la distribución de robots en los colegios de zonas con mayor riesgo de exclusión para luchar contra la barrera digital.

Derrocarla, señalan, es también uno de los grandes retos por los que el MIT fomenta que su robot social llegue a las aulas. El facilitar una experiencia mínima en la etapa educativa para que los ciudadanos del futuro cuenten con nociones de qué es programar y puedan entender más de cerca la inteligencia artificial.

Cambios a corto plazo

Señalan que las capacidades de Jibo van más allá y que se pueden desarrollar en ámbitos como el sanitario o de lucha contra la soledad en las etapas más avanzada de la vida. La clave se encuentra de nuevo en la definición del uso del robot y la programación técnica del mismo. Y por ello se ha apostado por facilitar la entrada de los niños en una innovación tecnológica en la que se prometen muchos cambios y a corto plazo.