Comsa perdió 16,3 millones en 2019
El giro del grupo constructor de las familias Miarnau y Sumarroca empieza a recuperarse tras siete años de declive
7 diciembre, 2020 00:00La dura reconversión del gigante Comsa, especialista en construcciones e ingeniería, toca a su fin. El grupo negocia desde hace meses con la banca un nuevo acuerdo para reestructurar los 190 millones que todavía le adeuda. Las conversaciones se han retrasado por la pandemia. Según fuentes de la cúpula del conglomerado, van por buen camino y se prevé que fructifiquen en un nuevo pacto próximamente.
El vasto emporio de Comsa comprende más de ochenta compañías desperdigadas por una veintena de países. Con un surtido tan variado, las incertidumbres son elevadas.
Divisas devaluadas
No obstante, la dirección de Comsa espera en 2020 un aumento de la cifra de negocio. La estimación de los resultados es compleja, debido a la amplitud de los mercados en los que trabaja.
Este año, las actividades en Brasil y México se han desarrollado sin problemas, pero la depreciación de sus monedas respecto del euro podría provocar algún que otro demérito.
Reconversión polaca
La cuenta de resultados del consorcio catalán registró en 2019 un déficit consolidado de 16,3 millones. El grueso de esa cifra obedece a la filial polaca Trackja, que contribuyó con un quebranto de 43 millones.
Esta entidad reforzó su accionariado con la entrada de un par de inversores polacos, gracias a los cuales se confía en lograr una notable mejoría de sus magnitudes.
Año | Ventas | Resultado | Fondos propios |
2019 | 776 | -16,3 | 90 |
2018 | 734 | -0,58 | 105 |
2017 | 1.085 | -12,6 | 109 |
2016 | 1.220 | -0,22 | 122 |
2015 | 1.130 | -0,59 | 111 |
2014 | 1.240 | -29,9 | 109 |
2013 | 1.570 | -32 | 182 |
2012 | 1.710 | -155 | 222 |
2011 | 2.080 | 1,9 | 420 |
2010 | 1.777 | 15 | 405 |
Actividades
Los números rojos cosechados por Comsa en 2019 son los octavos consecutivos. En cambio, la cifra de negocio, que llevaba en caída libre desde 2012, se recuperó el año pasado y subió a 776 millones.
La construcción ferroviaria le aportó 450 millones, e ingeniería y sistemas, 289. El resto corresponde a energías renovables, recogida de residuos, transporte y concesiones.
Pasivos recortados
El notable retroceso experimentado por la facturación en los últimos ejercicios se debe a la cadena de desinversiones que el grupo acometió, sobre todo en los negocios de concesiones, medio ambiente, energías renovables y logística.
Semejantes traspasos tuvieron por finalidad aligerar la carga de las deudas. Éstas llegaron siete años atrás a los mil millones. Hoy están por debajo de los 200 millones. En dicho intervalo, el grupo ha tenido que renegociar dos veces con la banca.
Accionistas
El cupo principal del pasivo restante consiste en un préstamo convertible en acciones de la propia Comsa, con vencimiento el 30 de junio próximo. Llegado el caso, otorgaría a los bancos el 50,01% del capital de la holding.
Sin embargo, fuentes del grupo explican a Crónica Global que los accionistas están en conversaciones con las entidades financieras para cancelar el citado crédito convertible. El capital de Comsa se reparte entre las sagas catalanas Miarnau y Sumarroca, que son titulares del 70% y el 30% respectivamente